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De vender mote con huesillos a pedir plata en la calle: La sacrificada vida de las campeonas mundiales de kung fu

Ignacia Rivera y Camila Bravo, ambas de 18 años, han tenido que hacer cosas impensadas para poder reunir el dinero para sustentar los viajes en los que han representado a Chile.

08 de Noviembre de 2017 | 12:02 | Por Matías Harz, Emol
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Ignacia Rivera pidiendo dinero en Curicó.

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SANTIAGO.- "¡Ojalá que ganen! ¡Están sacando la cara por Chile!"

Esos son algunos de los gritos de aliento de los automovilistas de Curicó que han colaborado monetariamente con Ignacia Rivera y Camila Bravo, deportistas chilenas que en las últimas semanas han estado reuniendo dinero de diferentes formas para poder costearse los pasajes a Paraguay y así representar a Chile en el próximo Sudamericano de kung fu.

"Yo no conozco otra forma de conseguir lo que necesito, porque muy pocas veces ha existido apoyo de otra parte. Ojalá que algún día el Ministerio del Deporte abra los ojos"

CAMILA BRAVO
Ellas en 2016 fueron campeonas mundiales en Perú y en mayo de este año hicieron lo mismo al colgarse la medalla de oro en Ecuador, torneos organizados por la Organización Mundial de las Artes Marciales (OMAM), en disciplinas como defensa persona, armas cortas y rompimiento juvenil.

Para su siguiente desafío, que es para el que están juntando plata, han tenido que hacer impensadas cosas para llegar a la meta que hasta hoy no se ha cumplido.

Estas cosas las han tenido que hacer porque la academia en la que entrenan no es parte de la Federación Chilena de Wushu Kung-Fu y Tai Chi, así que no existe un organismo a nivel gubernamental que las apoye de manera constante.

Mote con huesillos, rifas y más


Lo primero que empezaron a hacer las alumnas de cuarto medio del Instituto Inglés de Curicó fue instalarse en una esquina afuera de una tienda, la cual le prestaba una mesa y sillas, para vender rifas a 500 pesos.

Los premios que daban los tenían que comprar ellas mismas o se los conseguían con algunas empresas privadas que aportaban con implementos.

Después se les ocurrió un emprendimiento que no dio muchos beneficios económicos, pero que de igual forma fue un aporte: Vendieron mote con huesillos, con lo que percibieron 30 mil pesos.

Lo último que hicieron fue salir a las calles a pedir dinero en semáforos y fue lo que más éxito les dio. Juntaron cerca de 100 mil pesos.


"Yo no conozco otra forma de conseguir lo que necesito, porque muy pocas veces ha existido apoyo de otra parte. Siempre me he esforzado mucho. Ojalá que algún día el Ministerio del Deporte abra los ojos", cuenta Bravo.

"Me gusta esforzarme y que la gente valore lo que hago. Que vea la pasión que le ponemos y cuando lo notan, aportan con nosotras", afirma Rivera.

Al aparecer una fotografía de Rivera en las redes sociales pidiendo plata en las calles, el empresario Andrónico Luksic y el rostro de TV, Francisco Saavedra ofrecieron ayudarlas, pero aún no es suficiente.

Esto porque ellas no viajan solas, sino que con cinco personas más.

Así, a ocho días del incierto viaje a Paraguay, Camila e Ignacia son optimistas: "Allá no iremos a competir, vamos a ganar".