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El jinete que ganó el Derby con un caballo de Fernando González y que sabe el gran secreto de Arturo Vidal

El chileno Héctor "Tito" Berríos ganó por cuarta vez la tradicional carrera de la hípica nacional montando el equino del ex tenista. Pero su relación con los astros deportivos no comenzó ahí.

11 de Febrero de 2018 | 09:00 | Por Matías Menceyra, Emol
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"Tito" Berríos, en primer lugar, montando a Leitone en el Derby de Viña del Mar

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SANTIAGO.- Una mechada pudo haber cambiado la historia...Sábado por la mañana, un dolor estomacal acompleja al jinete chileno Héctor Berríos, a solo 24 horas de competir en la versión 133 del Derby de Viña del Mar. Incluso piensa en no hacerlo, pero sabe que esta carrera puede marcar un antes y un después.

Un pinchazo para aliviar el malestar es la solución que decide a última hora. Así, ya estaba listo para montar a Leitone, el caballo que pertenece al ex tenista Fernando Gonzaléz. Con él, logró su cuarto título en Derby.

Ahora, después de coronarse campeón en el Valparaíso Sporting Club, recuerda el motivo que lo pudo alejar del podio. "Debe ser la mechada que me comí el día anterior y que después me repetí en el almuerzo del sábado", le revela Berrios a su preparador, John Pinochet, mientras conversan con Emol.

Pinochet se enteró el domingo después de ganar lo que le pasaba a Berríos. Incluso el jinete no pudo asistir a la celebración que se organizó a las 23.00 horas en el mismo club. "Estuvo Fernando (González) y se quedó toda la noche", sostiene el entrenador.

Para Berríos la alegría del triunfo duró solo unos instantes apenas finalizó la carrera. Los dolores de estómago continuaron y la adrenalina fue solamente una medicación parcial. Ya para la conferencia de prensa pensaba solamente en acostarse.

A una semana del gran logro, tanto a Héctor como a John, la gente los felicita mientras caminan por los corrales del Club Hípico de Santiago. La tranquilidad se ve en sus caras y son recibidos como celebridades estos últimos días.


El verdadero sueño de Arturo Vidal


Pero la historia del corredor comenzó cuando llegó a Santiago en 2004, proveniente de Concepción. En la capital consiguió trabajo como cuidador de equinos y su jefe era el preparador Alonso Carreño.

Ahí, tuvo un compañero de trabajo muy especial, no cualquiera: Arturo Vidal. Sí, el actual mediocampista del Bayern Munich y dos veces ganador de la Copa América con la "Roja".

Recordemos que el "Rey" Arturo es un amante de los caballos, de hecho ha sido propietario de varios equinos. Incluso Berríos corrió para él en 2015 y ganó su tercer Derby.

Tan cercana era la relación con el futbolista, que el jockey revela uno de los grandes secretos del astro de la selección nacional. "Cuando tenía 16 años, él tenía el sueño de ser jinete" .

Esto se dio cuando el ex Juventus era cadete de Colo Colo y "Tito" anhelaba entrar a la Escuela de Jinetes.

"Don Alonso un día le preguntó qué hacía aparte de ser cuidador y Vidal le contestó que jugaba en el 'Colo'". Fue ahí cuando le dijo: "Entonces ándate porque no sirves para esto", señala. "Era flaco, pero muy alto", lo describe el corredor.

Aparte de ganar con el ex Cacique hace tres años, Berríos también se alzó en el Derby de la hípica en 2009 y 2010. Pero en 2007, un accidente pudo dejar sin carrera al jinete que vive en San Miguel.

"En el Sporting Club al caballo se le cortaron las riendas y terminé con las dos piernas fracturadas", recuerda. Tibia y peroné afectados y la fractura de la extremidad derecha terminó siendo expuesta.

Sin embargo, la suerte estuvo de su lado, y solamente necesitó cuatro meses de recuperación, pese al año que le estimaron los doctores.

Posible despedida con Leitone


Según Pinochet, a Leitone le queda poco en tierras chilenas. Tenían pensado competir con el en un latinoamericano en Uruguay, pero un virus de influenza complicó a todos los caballos nacionales, y en la frontera charrúa ya les comunicaron que no los dejarán ingresar.

"Leitone ya no tiene en qué competir acá y su venta es inminente. Ya hay interesados para llevarlo a Estados Unidos", comenta.

Allá podrá ser parte de carreras que superan los 500 mil dólares y que incluso pueden llegar a 1 millón de la moneda norteamericana.

La despedida puede ser dolorosa para Berríos, quien monta al equino desde que era potrillo. No obstante, el jockey admite que para dedicarse a esta disciplina "hay que ser frío" de cabeza y es necesario saber lidiar con esto para que no afecte el trabajo.

"Ya estoy acostumbrado a correr con caballos que son vendidos", concluye.

Ahora, tanto Berríos como Pinochet, esperan que el futuro de Leitone se sepa lo más pronto posible, para así poder encontrar a otro potrillo que lo reemplace y les siga dando títulos memorables.

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