SANTIAGO.- Se encendió aún más la polémica. Esto después de que Sergio Santos se fuera de Chile disparando contra Audax Italiano, equipo en el que militó por cuatro años y el que quería vender al jugador al Necaxa en vez del Philadelphia Union de la MLS, club en el que finalmente jugará.
Después de que el cuadro audino culpara a Fernando Felicevich, representante de Santos, de ejercer una cláusula de salida en el contrato del artillero a pesar que se había comprometido a no hacerlo, ahora el jugador habló en extendido sobre su futuro y lo que vivió en el cuadro de colonia.
"Es pensando en mi familia (irse a EE.UU.), en mi hija que va a nacer. En Audax estuve cuatro años ganando 500 lucas... Mis representantes me sacaron de una pensión y me llevaron a una casa. Ahí pude vivir y alimentarme mejor. Pude tener un alivio económico, que me sirvió para concentrarme solo en el fútbol", comenzó narrando en El Mercurio.
Asimismo, agregó que "antes vivía en la pensión; fue feo, no pude tener a mi familia acá. Aguanté y aguanté. Hace unos meses, de Audax se acercaron con una propuesta (de Necaxa). No la encontré buena, porque después de cuatro años ganando 500 lucas ningún extranjero aceptaría eso, pero como amo al club, renové. Hasta que apareció Philadelphia Union, de la MLS".
Al ser consultado sobre por qué en Audax señalan que la oferta del Necaxa es mejor que la de Estados Unidos, el brasileño fue claro.
"Nunca pensé en irme a México. La oferta de Estados Unidos es más del doble. Antes, me habían llamado de Bahía, de Estudiantes de La Plata, pero seguí por respeto. Cuando renové, se fijó una cláusula de 500 mil dólares para que Audax recibiera algo. No tienen por qué decir cosas que no corresponden. Otro jugador no renovaba, quedaba libre a fin de año, se iba y Audax no recibía nada", aseguró.
En esa misma línea, ante las palabras del presidente audino Lorenzo Antillo, quien criticó la salida del jugador, Santos sostuvo que le molestaban los cuestionamientos "porque los hinchas no saben lo que sucede, hablan y creen que uno se va por la plata o de mala leche".
Por último, cuando le preguntaron sobre si pidió un aumento de sueldo, señaló que "con esas 500 lucas pagaba la pensión, que valía $230 mil... Imagina. Aguanté por cariño al club y porque tenía que mostrarme. Y marqué diferencias. Me acercaba a conversar y no quedábamos en nada. Su política fue esperar hasta el final. Si decía algo más, me congelaban, no me dejaban jugar".
