SANTIAGO.-
En 2017 la carrera de Andy Murray cambió para siempre. Esa vida de éxitos y gloria jamás volvió a ser la misma. A tal punto que este año sorprendió al mundo con su anuncio:
Se retirará del tenis esta temporada.
Durante toda su carrera, el británico
había luchado para arrebatarles el puesto de
número 1 del mundo a Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic y después de una década peleando mano a mano contra ellos,
en 2016 por fin lo logró.
Ese año Murray fue el dominador del circuito ganando 9 campeonatos, entre ellos tres Masters 1000, Wimbledon, el oro olímpico en Río y el Torneo de Maestros. Además, llegó a las finales del Abierto de Australia y Roland Garros.
Así, por primera vez llegó a la cima del ranking ATP y comenzó el 2017 siendo el rival a vencer. Sin embargo, después de una correcta temporada y cuando se encaminaba a, posiblemente, ganar nuevamente Wimbledon, en cuartos de final cayó ante Sam Querrey perdiendo los últimos dos sets por un extraño e inapelable 6-1 y 6-1.
De ahí en más, su carrera se derrumbó y un año y medio después se vio obligado a anunciar su retiro del tenis. ¿Cómo llegó a tomar esa decisión? Molestias en su cadera derecha le impidieron jugar el segundo semestre de 2017 y finalmente el 8 de enero de 2018 se tuvo que someter a una operación en la misma zona.
Seis meses después de la cirugía, estando en el puesto 156° del ranking, parecía que por fin iba a poder volver. De hecho, regresó, jugó seis torneos e incluso tuvo algunos buenos triunfos al vencer a Stan Wawrinka o Kyle Edmund, pero ya no era el mismo.
Por eso en septiembre del año pasado, decidió parar, descansar y volver a entrenar para intentar de comenzar el 2019 desde cero.
A pesar de sus deseos, el dolor en la cadera no lo dejaron tranquilo y su largo drama desencadenó en que ayer jueves tomara una dura decisión: Retirarse esta temporada del profesionalismo.
"El dolor no me permite disfrutar de la competición ni de los entrenamientos... Donde me gustaría poner fin a la competición es en Wimbledon, pero no estoy seguro de que vaya a poder hacerlo. Creo que hay posibilidades de que el Abierto de Australia sea mi último torneo", señaló, entre lágrimas, Murray en una emotiva conferencia de prensa que dio ayer en la noche en Melbourne.
De esta forma, puede ser que la próxima semana sea la última vez que se vea jugar al ex número uno del mundo un partido profesional y que se acabe una de las carreras más exitosas del último tiempo.
