En menos de 24 horas, Unión La Calera y Deportes Iquique saldrán a la cancha del estadio Bicentenario de La Florida para reiniciar de manera oficial el Campeonato Nacional, tras más de un mes de para por el estallido social que vive Chile.
El partido está a la vuelta de la esquina, sin embargo, sigue sin existir un ambiente previo de normalidad entre los actores y autoridades.
Antecedentes que no ayudan
Las reprogramaciones de la ANFP con partidos antes del mediodía por motivos de seguridad, la inhabilitación de recintos (como ocurrió con La Calera con el Nicolás Chahuán) y los anuncios de la barras a boicotear los pleitos siguen poniendo bajo un manto de dudas la reanudación de los torneos.
Ante esta situación, desde el Sindicato de Futbolistas Profesionales muestran su preocupación. "Es preocupante cuando no tienes la claridad de lo que puede ocurrir", asegura a Emol el presidente del Sifup, Gamadiel García.
¿Cuál es el actual panorama? El propio García explica que las intenciones de las partes existen, pero que la actual contingencia que atraviesa el país no garantiza la realización de los partidos.
"Si bien las voluntades de las autoridades para que se realicen los encuentros deportivos están, hoy no depende de ellos ni de los jugadores", agrega el timonel. Además, reconoce que hay un monitoreo hora a hora de la situación.
Con respecto al sentir de los futbolistas, García profundiza que "los jugadores están preocupados, pero es normal. En Chile se están viviendo momentos difíciles y nadie escapa a eso, si se suspende un partido cuando están los jugadores listos y preparados para actuar, es porque se estimó que algo falló y que no podemos poner en riesgo a nadie".
La postura del Gobierno
Al respecto de esto, la ministra del Deporte, Cecilia Pérez, aclaró la postura del Gobierno. "Si se suspenden por motivos que la autoridad evalué, que puedan afectar a los jugadores o a las personas que vayan con tranquilidad al espectáculo, nosotros lo podemos comprender", aseveró.
Pero a la hora de rechazar presiones y amenazas de los barras bravas, Pérez golpeó la mesa. "Lo que nunca vamos a aceptar, es que dirigentes y jugadores se sientan amenazados y secuestrados por individuos que no son hinchas del fútbol. Esa diferencia hay que hacerla con mucha fuerza. No se dejen amedrentar por barras bravas", enfatizó.
De esta manera, la incertidumbre sigue marcando las horas previas al retorno de balompié. Nadie da por sentado nada a menos de un día de que vuelva a rodar la pelota...