Entre los 16 clasificados a los octavos de final de la Champions League se pueden encontrar varios gigantes europeos con vasta experiencia y muchos títulos en sus vitrinas.
Pero en este grupo, hay un modesto club que dio un verdadero batacazo en su primera participación en el torneo: El Atalanta de Italia, cuadro en el que hace algunas temporadas militaron simultáneamente los chilenos Mauricio Pinilla y Carlos Carmona y por donde pasó también Jaime Valdés.
Contra todo pronóstico, los de Bérgamo sortearon con éxito la fase de grupos luego de golear 3-0 al Shakhtar Donetsk en Ucrania, resultado con el que se aseguraron la segunda plaza del Grupo C que ganó el Manchester City.
Una ciudad revolucionada y los elogios de los medios
Apenas terminó ese compromiso, el jolgorio se apoderó de Bérgamo. Los "tifosi" coparon las calles de la ciudad y el centro de la ciudad fue invadido por cientos de hinchas. En el aeropuerto, cerca de 2.000 personas dieron la bienvenida a sus héroes, banderas y bengalas en mano.
El colombiano Luis Muriel y el argentino Alejandro Gómez se subieron al techo del bus para no perderse nada de la fiesta. Horas antes, el talentoso capitán trasandino había explicado que "no hay palabras. Es una emoción única, algo que quedará en la historia de este club y del fútbol".
0Puntos tenía hasta la tercera fecha en el Grupo C de la Champions
Los medios hacían la comparación con el fracaso del día anterior del Inter de Milán, señalando que habrá primavera europea en San Siro, donde juega sus partidos de Champions el Atalanta, pero no con el equipo esperado.
En las redes sociales, los más mordaces recordaban también la frase de Antonio Conte, entrenador del Inter que, en 2014, criticó el 'mercato' firmado por la Juventus, su equipo de entonces, al considerar que no se podía "comer en un restaurante de 100 euros con 10 euros en el bolsillo". El Atalanta, por su parte, entró en el restaurante de 100 euros y se dio un festín con la billetera vacía.
Un poco de su historia y su remontada épica
El Atalanta es un equipo pequeño que nunca ha ganado nada más allá de una Copa de Italia en 1963. Pero todo cambió en 2016 con la llegada del entrenador Gian Piero Gasperini y su "fútbol de arma blanca", como escribió el año pasado la Gazzetta para describir el juego hiper agresivo propuesto por el técnico.
Con él, el club de Bérgamo ha terminado 4º, 7º y sobre todo 3º la temporada pasada, la mejor clasificación de su historia, que le abrió las puertas de la Champions, torneo en el que en las tres primeras jornadas pagó el noviciado.
Pinilla y Carmona vistiendo la camiseta de la "Dea"
El elenco italiano no sumó ningún punto y ya habían recibido 12 goles. Un rendimiento desastroso y por el que muchos ya daban por finalizada su aventura en la Champions.
Pero gracias al nivel de Marten De Roon, Timothy Castagne, Robin Gosens y el resto de soldados desconocidos, que aprenden rápido y acompañan a los brillantes Duvan Zapata, Josip Ilicic y Alejandro Gómez. Los siete puntos amarrados en las últimas tres jornadas de la liguilla bastaron para que el Atalanta escribiera la página más importante de su historia...
