La polémica sigue en la Primera B. En primera instancia, los nueve clubes que iban a participar en la liguilla por el segundo ascenso no podrían utilizar a jugadores que en 2019 hubiesen vestido la camiseta de otro de los equipos participantes. Sin embargo, el jueves se dio marcha atrás. No todos quedaron contentos. San Felipe envió un reclamo forman a la ANFP. "Alinear un jugador en contraversión a las bases no los exime de la responsabilidad reglamentaria por el hecho de llegar a un acuerdo en la reunión (...) En consecuencia, podrán ser denunciados al Tribunal de Disciplina", se lee en el texto publicado por El Mercurio.