No se puede hablar de crisis porque su objetivo no es la Copa y porque siguen siendo los mejores en Inglaterra, pero el Liverpool está en plena recesión y la derrota ante el Chelsea en los octavos de la FA Cup (2-0), aumenta las dudas a ocho días de recibir al Atlético de Madrid.
Con un once con bastantes suplentes y solo algunos titulares como Sadio Mané, Virgil Van Dijk y Andy Robertson, los "Reds" sucumbieron ante los "blues".
Al Liverpool, como en sus tres últimos encuentros, apenas le salieron las cosas y finalmente
cayeron sumando dos derrotas luego de perder el fin de semana por la Premier.
En esta desgracia en la que han caído los de Klopp, ni siquiera Van Dijk es fiable y el holandés abrió el camino del segundo gol del Chelsea. Se equivocó en un balón dividido en su propio campo y se lo entregó a Barkley. El medio inglés salió rápido, se recorrió medio campo, perseguido por un lento Fabinho, y sacó un disparo seco desde la frontal ante el que nada pudo hacer Adrián.
El Liverpool se quedó sin ganas, metió a Roberto Firmino y Mohamed Salah para tratar de rascar algo, pero se pudo marchar con un 3-0, si Adrián no hubiera sacado una atajada espectacular para que un mano a mano de Giroud se estrellara en el larguero.
El Chelsea se une al Arsenal como clasificados a los cuartos de final de la FA Cup, mientras que el Liverpool se queda fuera de una competición que desde el principio no le interesó, pero que ahora, a ocho días de intentar la remontada ante el Atlético por la Champions, le vuelve a hacer daño.
