Cristiano Ronaldo lucha palmo a palmo con Lionel Messi todas las temporadas por ser el mejor jugador del mundo.
Y es que el delantero portugués de la Juventus ha sabido mantenerse en el más alto nivel y a sus 35 años está más vigente que nunca.
Cuando el luso comenzó su carrera en el Sporting de Lisboa y en el
Manchester United, destacaba por su habilidad y riqueza técnica, además de sus arranques individuales a gran velocidad.
Sin embargo, en el club inglés sufrió una transformación. Esto lo contó Mike Phelan, uno de los asistentes y mano derecha de Alex Ferguson.
"Rápidamente destacó, era como una esponja. Siempre quería más y te desafiaba", dijo Phelan al medio The Coaching Manual.
Ronaldo arribó a Manchester con apenas 18 años y recibió el dorsal "7", que había dejado vacante nada más ni nada menos que David Beckham.
Phelan añadió: "Tuvimos que intentar que Cristiano fuera un jugador de equipo y lo conseguimos. Había ciertas cosas que no le gustaba hacer en los entrenamientos y lo obligamos".
Lo cierto es que la transformación funcionó: "CR7" marcó 118 goles en cerca de 300 partidos y levantó 10 títulos, además de ganar el Balón de Oro en su estadía en los "Diablos Rojos".
Luego en el Madrid, deslumbró y se subió al pedestal que hoy lo tiene como uno de los mejores del mundo y de la historia.
"Lo veíamos jugar en el Madrid y había ciertas cosas que había heredado del United. Consiguió trasladar algunos aspectos a los más alto en la escalera de la excelencia y eso es una gran satisfacción", agregó Phelan.
Finalmente, el asistente de Ferguson se desmarca de haber sido el "creador" de Cristiano: "No pretendo haber creado a Cristiano Ronaldo. Mucha gente le ha influenciado, pero la mayor influencia ha sido la suya. Su propio impulso es fantástico".