Sandi Morris puso la vara alta con su último proyecto hecho en casa. Pronto, también la estará superando mediante sus saltos.
La medallista olímpica de plata en salto con con garrocha no tenía un lugar para entrenar, pero contaba con suficiente tiempo debido a la pandemia de coronavirus. Entonces su padre y ella decidieron construir su propia instalación de prácticas cerca de Greenville, Carolina del Sur.
Hecha mediante triplay (madera terciada),
la pista de 36,6 metros está situada entre una cancha de fútbol y otra de tenis en un terreno a dos cuadras de la casa de los padres de Morris.
La saltadora quiere que las personas la miren durante su entrenamiento. Por ahora, tendrán que hacerlo a través de una ventana, debido a las medidas de distanciamiento social.
"Hay varias casas donde se puede ver el campo desde las ventanas", dijo la atleta de 27 años, quien normalmente entrena en Fayetteville, Arkansas, pero viajó a su vivienda para iniciar el proyecto después de que se pospusieron los Juegos de Tokio, lo cual la dejó sin competencias en el futuro cercano. "Entonces es literal cuando digo que me van a ver desde sus ventanas. Será divertido".
Desde hace mucho, la atleta y su padre habían pensado en realizar este proyecto. Cuando Morris volvía a casa no se podía quedar mucho tiempo debido a que tenía que volver para entrenar.
Ahora, su entrenador simplemente puede enviarle los ejercicios que desea encomendarle.
"El virus nos empujó a hacer algo que siempre quisimos hacer", dijo Morris, quien fue segunda detrás de la griega Katerina Stefanidi en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
"Construir esto ha sido una gran distracción", dijo. "Tener el salto con garrocha aquí permitirá sólo salir y divertirse". Sólo resta que llegue la colchoneta.
