EMOLTV

Sebastián Barrientos, el delantero que prometía en la UC y cuya carrera tuvo un abrupto final con 21 años

El ex canterano hoy trabaja en las inferiores del club y traspasa sus conocimientos a los más jóvenes.

24 de Julio de 2020 | 11:36 | Redactado por Felipe Santibáñez, Emol
imagen
El Mercurio
Era una noche fría en San Carlos de Apoquindo. Universidad Católica e Inter de Porto Alegre se enfrentaban por la Copa Sudamericana de 2008 y se acercaba el final del primer tiempo. En medio de la neblina, emergió el brillo incandescente de Sebastián Barrientos para romper el cero. Tiró una doble pared con Julio Gutiérrez, hizo pasar de largo a su marcador con un vistoso amague y definió con un derechazo cruzado.


Era el primer partido internacional de su carrera y también su primer gol como profesional. Cuando Fernando Carvallo lo nombró entre los titulares no se pudo levantar del piso y el día anterior casi no durmió. Su papá, que también jugó, le decía que tomara con calma todo lo que se iba a decir de él.

"Es el gol más importante que hice. Fue espectacular, para mí era como estar viviendo un sueño, con todo lo que pasaba. Después llegamos a Brasil a jugar el partido de vuelta, estaba Milovan Mirosevic, pero me entrevistaban a mí", le dice todavía con algo de incredulidad a Emol.

El delantero, de trazos rápidos y gambeta corta, era una de las promesas de la delantera cruzada, pero se tuvo que retirar con 21 años. En la intertemporada de 2009, luego de convertirle un doblete a Coquimbo, comenzó a sentir molestias en la pierna. Los médicos no se lo explicaban. Pensaron en desgarro, pero resultó ser una tromboembolia pulmonar.

Se recuperó y estuvo sin problemas hasta un año después, cuando estaba llegando Juan Antonio Pizzi a la UC, Un golpe en el entrenamiento le produjo mucho dolor. Llegó de emergencia al hospital y con un cuchillo afilado en el pecho.

-¿Cómo fue el momento en que te dan la noticia?
"Terrible. Muy terrible. Al salir de la clínica quedé en hacerme unos exámenes y ahí se vio el gen mutado que tengo. Lo primero que se me pasó por la cabeza es que no sabía hacer nada más, solo jugar. Laboralmente era muy difícil que un club pudiese contratar a un jugador que estuviera con anticoagulantes. Por más que quisiera seguir, iba a ser imposible".

-Tu hermano, Leonel, también se tuvo que retirar tempranamente por motivos médicos.

"El proceso que le tocó vivir fue súper fuerte. Fue más temprano, él era más pequeño, costaba más que se entendiera lo que estaba pasando. Le tocó duro, fue por un tema de epilepsia. Le daban los ataques de epilepsia -que no eran tan fuertes, pero no le permitían jugar- y él no se acordaba después. Es como lo que me pasaba a mí. Yo sufría las trombosis, pero después estaba perfecto, sin ningún dolor. Yo no entendía por qué tenía que retirarme, pero como él lo vivió me ayudo harto a entenderlo".

-Pese a lo difícil que fue, al poco tiempo estabas dirigiendo en las inferiores de Católica.

"En el club me dijeron que estudiara lo que quisiera y que ellos me iban a dar trabajo. Imagínate lo que fue sentir ese respaldo. Fue muy grande el apoyo que me dieron y me tuvieron paciencia. Me siguieron pagando los meses mientras decidía qué iba a hacer".

-Ahora también estás en el equipo de esports del club.

"Soy capitán de la modalidad de juego del FIFA que es once versus once, cada jugador maneja a alguien en la cancha, es súper tactico, muy parecido al fútbol. Participamos en diferentes competiciones. Estoy entrando al tercer año como capitán".

-Ha pasado el tiempo, ¿te sientes tranquilo con tu vida actual?
"Absolutamente. Me encanta dirigir desde abajo. Por la influencia que tiene uno en los niños. Me voy acordando de cosas que me pasaron a mí y que se van repitiendo con ellos en el período de formación. Uno nunca deja de pensar como futbolista, aunque ya no viva como tal".

-Tras el retiro no ibas al estadio, ¿has vuelto?

"Sigo sin ir al estadio. Es un proceso que tengo que vivir de a poco. Yo alcancé a disfrutar muy pocas cosas del fútbol, es difícil".

Los recuerdos de Marcelo Bielsa y Gary Medel

En 2007 Marcelo Bielsa comenzó su revolución en el fútbol chileno. No ganó títulos, pero dejó una marca indeleble.

Barrientos vivió de cerca el camino a Sudáfrica 2010. Era uno de los sparrings con que el "Loco" trabajaba a sol y a sombra en Juan Pinto Durán.

"Era muy exigente. A nosotros, de buena manera, nos forzaba a la excelencia todo el tiempo. Entonces, esa generación y la que vino después se vio beneficiada con el modo de trabajo. Siempre era a la excelencia. Fue muy bueno para nosotros", expresa.

-¿Guardas algún recuerdo de Bielsa?
"Cuando a mí me dio la primera trombosis, él me fue a ver a la clínica. Fue los primeros días, no sé cómo se enteró, pero fue a verme a la clínica, como a las seis de la mañana. Estuvimos hablando harto rato. Eso habla bien de la parte humana de él".

-En esa selección y especialmente en la UC compartiste mucho con Gary Medel. ¿Se notaba ya que era diferente?

"Era un luchador no le gustaba perder ni al cachipún. Esa personalidad de combate siempre te va a ayudar a llegar lo más alto. Fuimos a una gira por Holanda y al Gary le tocó marcar a un holandés que medía como dos metros. Le ganó todos los cabezazos del partido, el compadre no hallaba qué hacer para que Gary le dejase de ganar los duelos. En eso se acercó Guus Hiddink, entrenador del PSV, y pregunta quién era esa bestia, quién es ese fenómeno. Los que fuimos siempre nos acordamos de ese momento".
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?