Junior Fernandes vive uno de los momentos más dulces de su carrera. Es uno de los líderes anotadores del Alanyaspor, que llegó a la final de la Copa de Turquía, y fue el chileno que más goles convirtió en la temporada europea. Ese buen rendimiento no pasó inadvertido para los colosos. Primero sonó en el Besiktas, pero al parecer el que más cerca de ficharlo es el Istanbul Basaksehir FK.
Este elenco viene de coronarse por primera vez campeón de Liga y en su plantel cuenta con varias figuras. El que más llama la atención, por trayectoria, es el brasileño Robinho. Llegó en el 2019 y con 35 años demostró que todavía le queda fútbol en las piernas. Al ex Real Madrid y Manchester City se suman otros nombres de peso en el fútbol europeo: Demba Ba, Gael Clichy, Martin Skrtel, Mehmet Topal y Gokhan Inler. Antes estuvo Arda Turan y los dirigentes quieren que venga Mesut Ozil para la Champions.
El Istanbul Basaksehir nació recién en 1990. Pasó de ser un club municipal de Segunda a romper la hegemonía de los grandes y disputar torneos continentales. Un punto clave de su historia ocurre en 2014. El club fue privatizado, refundado y comenzó a crecer a base de billetera.
Detrás del equipo está la figura del presidente Recep Tayyip Erdogan. Apasionado futbolista en su juventud, le tiene especial consideración al club pese a haberse declarado hincha del Fenerbahce en el pasado.
El Mandatario asistió a la inauguración del nuevo estadio, jugó un amistoso, anotó tres goles y el club retiró la camiseta número 12 que vistió en aquella oportunidad. No es casualidad, además, que los colores del Istanbul Basaksehir sean naranjo, blanco y azul, los mismos que distinguen al partido del Jefe de Estado.
Es "el equipo del Gobierno", un instrumento político, un representante de la ideología islamita y conservadora que costó mucho encontrar.
"Primero lo intentaron con el Kayserispor (de la Anatolia conservadora), luego con el Kasimpasa (del barrio homónimo de Estambul, donde nació Erdogan), pero fracasaron. Así que lo intentaron con un club sin seguidores, sin historia, más fácil de moldear", afirmó el periodista experto en deporte Bagis Erten.
Pero pese a los esfuerzos, este elenco no despierta mucha simpatía en el país. "¿Cómo es posible que un equipo sin hinchas sea campeón?", escribió un medio de comunicación. Razón no le falta. A los partidos como local llegan, por lo general, menos de tres mil personas y la propia gente del barrio dice que no tiene raíces ahí. Hay más mezquitas que banderines.
Otro punto que llama la atención es cómo se financia la institución. No está del todo claro de dónde proviene el dinero. "Con la recaudación por las entradas no llega ni para pagar la electricidad del estadio", comentó el diario Cumhuriyet. Sí está claro que hay muchos patrocinadores importantes y muchos de ellos son empresas públicas, como Turkish Airlines o el banco Ziraat.
Los vínculos familiares y políticas de Erdogan con el club son muchísimos. Sin ir más lejos el presidente del club es Göksel Gümüsdag, concejal por Estambul, casado con una sobrina de Emine Erdogan, la esposa del jefe de Estado turco. Este elenco, el del "gobierno", podría ser el siguiente destino de Junior Fernandes. Tienen los mejores jugadores que pueden comprar en el mercado, pero de momento nada más.