La Real Sociedad le abrió las puertas de Europa a Claudio Bravo. En el club español, el arquero coincidió con un futbolista que hoy es figura mundial: Antoine Griezmann.
El bicampeón de América forjó una buena relación con el actual delantero del Barcelona. Ya se notaba que ese chico francés tenía condiciones para triunfar y trataban de aconsejarlo.
"Antoine tuvo un crecimiento muy acelerado. Tenía, no sé, 16 años cuando empezó con nosotros, se encontró con gente grande que también supo ayudarle", comentó Bravo en Radio Marca.
En ese tiempo, Griezmann incluso se quedó un tiempo con la familia del golero: "Lo tuvimos en casa viviendo. Me acuerdo a modo de anécdota cuando tenía el auto en casa estacionado, porque tenía 16 ó 17 años y ni siquiera tenía licencia de conducir. Tenía el auto comprado en mi casa".
"Era pequeño y lo hacía con otros compañeros también, andaba de casa en casa. Siempre generaba alegría, buen ambiente, lo queríamos y también lo respetábamos porque era una persona increíble", agregó.
Bravo se prepara para el inicio de la Liga española con el Betis. Los andaluces juegan este domingo contra el Alavés y se espera que sea titular en el equipo de Manuel Pellegrini.
