Con un peinado diferente y varios años más, pero con la misma sonrisa habitual. Lucas Wilchez, ex Colo Colo, retornó a Chile, un lugar en el que fue feliz y al que, según él, siempre quiso volver.
Tras siete meses sin jugar,
el argentino fue presentado como nuevo refuerzo de Unión San Felipe, elenco que lucha en la Primera B por ascender a la división de honor. Sin dudas, una incorporación de renombre.
Y es que en su extensa carrera, y con 37 años, Wilchez puede decir que jugó en Europa, en Colo Colo y por varios años, en la máxima categoría del fútbol de su país.
La llegada a San Felipe
Hace casi dos meses, Wilchez estaba sin club tras desvincularse de Almagro. En eso, lo contactaron desde San Felipe para ver alguna posibilidad de fichar. No lo dudó.
"Después de ocho años volver a Chile me pone muy feliz. Agradecido a la gente de San Felipe que confió en mí, contento de volver a formar parte de un plantel. Estuve siete meses sin jugar, con esto de la pandemia que la realidad es que afectó a todos, estoy poniéndome a punto", le cuenta a Emol.
Pero la llegada a Chile no fue fácil. Los protocolos en Argentina demoraron más de lo habitual y el trasandino tuvo que tomar decisiones rápidas. Se vino en auto.
"Una locura, igual yo no manejé. Tengo dos amigos que eran los que me llevaban cuando jugaba en Tigre, eran choferes de una empresa allá, y con la pandemia no se puede y están haciendo viajes en auto y me trajeron ellos. Salimos el jueves 22 de octubre a las 22:00 horas, y llegué el viernes a las 22:00, una locura. Muy largo todo, ya lo peor ya pasó".
Y ya se aclimata. El calor de San Felipe no lo perturba y sus compañeros lo han acogido de la mejor manera. "La verdad es que los 'cabros' como dicen acá, me recibieron 10 puntos", dice entre risas.
Sobre Colo Colo
Wilchez jugó en Colo Colo entre 2010 y 2012, antes de partir al Zaragoza de España. Con la camiseta alba disputó 75 partidos y marcó 9 goles, siendo querido por la hinchada e identificándose con la camiseta.
Es por esto que el argentino no queda ajeno a la crisis que azota al Cacique, tanto dirigencial como futbolísticamente.
"(De la crisis de Colo Colo) Me pone triste, hasta que no haya una reestructuración dirigencial en el club, esto va a seguir así. Lamentablemente es así, y están a la vista todas las malas decisiones que han tomado"
Lucas Wilchez
- Lucas, tú como identificado con Colo Colo, ¿qué opinión te merece lo que pasa con el club?
"Me pone triste, hasta que no haya una reestructuración dirigencial en el club, esto va a seguir así. Lamentablemente es así, y están a la vista todas las malas decisiones que han tomado. Creo que hasta que el club no cambie eso, Colo Colo va a seguir en una irregularidad increíble, así que esperemos que cambie, y que el club mejore".
- El equipo marcha penúltimo y aparecen los fantasmas del descenso...
"Igualmente con este grupo de jugadores, el club no va a descender y lo van a poder revertir. Confío plenamente en eso".
- ¿Te quedó alguna espina en tu paso por Colo Colo?
"Haber perdido el campeonato del 2010 con Católica. Creo que un campeonato hubiese estado muy lindo en mi carrera. Esa espina me quedó".
Su nivel y el posible retiro
El argentino tiene 37 años. Una dilatada carrera en sus hombros. Experiencia. ¿Y el retiro?
"Después de estar 7 meses sin jugar, ni ahí pensaba en el retiro así que imagínate ahora que gracias a Dios estoy en San Felipe. Mi idea es tratar de rendir al máximo acá, y demostrar que estoy a buen nivel, así que esa es mi idea, seguir jugando un tiempo más, lo que mas pueda".
- ¿Y con qué Lucas Wilchez nos vamos a encontrar? En Colo Colo eras habilidoso, rápido, te gustaba el uno contra uno...
"Sigo siendo el mismo, ahora con pelo corto... ¿Rápido? un poquito menos. Sigo gambeteando, y bueno, estoy (risas) bien, me siento bien, con la experiencia manejo un poco mejor los momentos, pero en líneas generales estoy igual. Mi estilo seguirá así, con un poquito más de años nada más".
Wilchez está en una tierra en la que fue feliz. Ahora, en San Felipe, está sin su familia. Su mujer e hijos se quedaron en Argentina. "Si Dios quiere y todo está un poco más calmado con el covid, vendrán para las fiestas", cuenta. No es fácil estar lejos, pero el amor por el fútbol lo sigue ilusionando, aún con 37 años.
