El humo de las bengalas cubría Coquimbo. Pese a la pandemia, la ciudad estaba revolucionada y cubierta de negro y amarillo. El cuadro pirata seguía haciendo historia en la Copa Sudamericana. Eliminó a Junior de Barranquilla y se metió en semifinales. El Defensa y Justicia de Hernán Crespo será su próximo rival.
Tuvieron que pasar más de 20 años para que un elenco chileno de provincia volviera a meterse entre los cuatro mejores de un torneo continental. El último en hacerlo fue Deportes Concepción. Lo logró en la extinta Copa Conmebol en 1999.
"Fue muy significativo. Concepción con Fernández Vial es el equipo más popular de la zona. Yo creo que quedó un recuerdo bonito para la gente y para los jugadores. No es fácil llegar a esa instancia siendo un equipo chico. Esto fue similar a lo que está viviendo Coquimbo Unido. Guarda mucha relación. Semifinales, partido de ida y vuelta, con un equipo argentino y el rival es el favorito. Hay harta similitud. Ojalá el resultado sea diferente", le dice a Emol Mauricio "Bototo" Illesca, integrante de ese plantel.
El cupo a esa copa era de Cobreloa, pero los loínos lo desecharon y quedó para los lilas al ser quintos en el campeonato nacional del '98. El primer rival fue el gran favorito al título: Rosario Central de Argentina, que tenía a Juan Antonio Pizzi, ex DT de la "Roja", como goleador y figura.
La ida se jugó en un repleto Gigante de Arroyito. Fue bravo. Duelo intenso, hablado y disputado hasta la última pelota. Los lilas comenzaron ganando con tanto de Luis Guajardo y el local llegó al empate con un autogol de Víctor Cancino en los 87'. Dos minutos después, Jorge Torres le devolvió la ventaja al cuadro nacional con un tiro penal.
"Pero el árbitro dio como diez minutos de descuento, nos cobró un penal inexistente, el único que lo vio fue él y lo convirtió Pizzi", recuerda Mauricio Pozo.
En la vuelta, el "León de Collao" hizo un partidazo. Se puso arriba con gol del joven Marco Bautista y otro de Guajardo. El descuento de Iván Moreno y Fabianesi asustó, pero no alcanzó para amargar la noche penquista. "Teníamos un entrenador muy trabajador, muy meticuloso, Óscar Del Solar. En esa época le decían el Bielsa chileno. Nos tenía súper mentalizados con la tarea, con el objetivo", apunta Illesca. Era la primera vez que un elenco chileno de provincia superaba una llave ante un equipo trasandino.
Concepción pasó directamente a semis. Rentistas y River Plate de Uruguay decidieron no presentarse a jugar su serie.
El rival sería Talleres, dirigido por Ricardo Gareca. Los de Córdoba habían sufrido para eliminar al Independiente Petrolero de Bolivia y al Paraná de Brasil. A ambos los venció por penales. El primer partido se jugó en Argentina.
"Córdoba es una ciudad futbolizada, íbamos caminando por la calle y los hinchas de otros equipos, como Belgrano o Instituto, nos apoyaban, nos pedían que ganáramos", comenta Pozo.
En Argentina fue 2-1 en favor de Talleres. En la vuelta disputada en Collao, Rodrigo Astudillo anotó un golazo y puso la serie cuesta arriba para Concepción. Sin embargo, Illesca empujó el balón a la red luego de una serie de rebotes para empatar. Quedaba media hora.
El elenco sureño hizo atrincherarse a la "T". Llegó varias veces al arco rival y a Luis "Chiqui" Chavarría le mostraron solo amarilla por una entrada brutal. Al de Talleres tuvieron que sacarlo en camilla. Cuando el duelo se iba, se produjo una jugada que todavía se recuerda en la octava región.
"Tuvimos una opción clara de un penal que no se le cobra a Mauro Donoso. Estaba dentro del área y era el último minuto. El juez principal lo cobra afuera, él sacó el balón fuera del área. Quedó esa sensación amarga", apunta Pozo.
Finalmente, Talleres se coronó campeón de la Copa Conmebol al vencer al Sportivo Alagoana de Brasil. Pozo e Illesca: De haber superado a los trasandinos tenían muchas opciones de título.