En un emocionante final, los Rams se impusieron a los Bengals y se quedaron con la edición 2022 del Super Bowl.
Una figura clave fue Cooper Kupp. Su atrapada le dio el título a la franquicia de Los Angeles a falta de un minuto para el final. El receptor terminó con dos touchdowns y 92 yardas totales. Lo escogieron el jugador más valioso del trascendental encuentro.
Kupp culmina así una temporada de ensueño. Lideró la liga en tres apartados estadísticos: recepciones, yardas recorridas y touchdowns. Solo cuatro jugadores en la historia han conseguido esa "triple corona".
El atleta de 28 años viene de una familia de deportistas. Su abuelo también jugó fútbol americano. En la década del 60 fue parte de los Saints.
Con esa herencia, a nadie extrañó que comenzase a destacar en el instituto. Sus números eran brillantes. Pero a pesar de ellos ninguna universidad de prestigio le ofreció una beca. Finalmente, fue a la Universidad de Eastern Washington, una escuela de Segunda División de futbol americano colegial.
Kupp tenía problemas económicos. Ya no venía con tanta claridad el sueño de llegar a la NFL. Pero en esos tiempos difíciles, lo sostuvo su esposa. Conoció a Anna Croskrey en la universidad. Ella se encargaba de mantener a la pareja.
"Le apoyé económicamente durante la universidad. Estaba trabajando a tiempo completo para que él no tuviera que preocuparse por eso, para que pudiera concentrarse en el fútbol", afirmó en entrevista con el Dailysnark.
Kupp tiene muy claro cuál ha sido el impacto de Anna en su carrera. "Realmente creo que podría no estar en esto, podría no estar en la NFL si no fuera por ella y por lo que me inspiró y me empujó a hacer para llegar a mi gran objetivo", expresó.
Se convirtió en el mejor jugador de la historia en su Universidad y los Rams lo escogieron en la tercera ronda del draft 2017 y no demoró en demostrar de qué estaba hecho. En 2020 renovó su contrato por 48 millones de dólares. Hoy está en el pináculo de su carrera.