En el Chelsea hay pura incertidumbre. Debido a los coletazos del conflicto bélico con Ucrania, el ruso Roman Abramovich puso en venta el club. Sin embargo, fue sancionado por el Reino Unido debido a su cercanía con Vladimir Putin y la venta quedó paralizada.
La empresa de telefonía Three, principal patrocinador de la camiseta, anunció que romperá su vínculo con los blues.
"A la luz de las sanciones recientemente anunciadas por el gobierno, hemos solicitado al Chelsea Football Club que suspenda temporalmente nuestro patrocinio del club, incluida la eliminación de nuestra marca del estadio y sus alrededores hasta nuevo aviso", expresó en un comunicado.
"Como red móvil, la mejor manera en que podemos apoyar a la gente de Ucrania es garantizar que los refugiados que llegan al Reino Unido del conflicto y los clientes que se encuentran actualmente en Ucrania puedan permanecer conectados con las personas que les importan", agregó.
Según el Daily Mail, otras marcas también están evaluando qué hacer. Nike en 2016 firmó un contrato con el elenco londinense por 15 años y 1000 millones de euros. La fuja de la empresa norteamericana de calzado y ropa deportiva supondría para el Chelsea una pérdida de 640 millones.
Hyunday y Zapp tampoco seguirían como auspiciadores. Ambos patrocinios le dejan al último campeón de la Champions alrededor de 24 millones de euros.
Trivago, en cambio, se mantedrá al lado del club. El portal alemán de búsqueda de hoteles anunció: "La incertidumbre sobre el actual dueño del Chelsea y la situación del equipo es complicada. Para poder pasar página, es importante que apoyemos al club. Esperamos que haya un cambio de dueños lo más rápido posible y queremos apoyar al club durante este proceso".
Sin dinero en 17 días
En Inglaterra afirman que el Chelsea va camino a la quiebra. Siguiendo con el Daily Mail, el costo de los sueldos del primer equipo es de aproximadamente 34 millones de euros al mes. Las cuentas más recientes muestran reservas por 19 millones, es decir, se podría quedar sin efectivo en solo 17 días. De seguir así, se teme una fuga de las estrellas del equipo en el próximo mercado.
Hay una reunión pendiente entre ministros del Gobierno británico y dirigentes del Chelsea. Una de las medidas que podrían tomar las autoridades sería forzar la venta del club. Abramovich tendría dos opciones: aceptar o quedarse sin nada.
En el último partido del Chelsea, ante el Norwich, los hinchas corearon el nombre del magnate ruso. El ministro de Tecnología, Chris Philp, los criticó.
"Yo también soy fanático del fútbol, soy hincha del Crystal Palace, del sur de Londres. Entonces, entiendo por qué los fanáticos están muy apegados a sus clubes de fútbol. Pero Roman Abramovich es alguien que ha sido sancionado por sus vínculos muy estrechos con Vladimir Putin. Solamente digo respetuosamente a los fanáticos del Chelsea, sé que ha hecho mucho por el club, pero la situación humanitaria en Ucrania y lo que el régimen ruso está haciendo con los civiles, bombardeando hospitales de maternidad y disparando a civiles que huyen por los corredores humanitarios, eso es más importante que el fútbol", expresó en diálogo con Times Radio.