El fútbol chileno no vive días felices. La "Roja" no pudo clasificar al Mundial de Qatar 2022 y ahora el sindicato de árbitros puede provocar un problema aún superior.
La agrupación solicitó la renuncia de Javier Castrilli, jefe de la Comisión de Árbitros de la ANFP, y sus asesores, tras la serie de irregularidades que enfrenta la actividad en las últimas semanas.
Felipe Jara, vocero del sindicato, explicó la situación actual y explicó las razones por las que piden la salida del argentino. De lo contrario, van a llamar a paro.
"Estamos esperando lo que quiera comunicarnos la ANFP. Queremos llevar esto a buen puerto, pero los requerimientos son claros. Queremos la salida de la Comisión de Arbitraje, incluyendo a Javier Castrilli (…) Esto es una seguidilla de hechos, que arrancó con las denuncias de los árbitros en febrero y la primera moción al proceso de censura al Sindicato", expresó en conversación con radio ADN.
En esa línea, Jara sentencia que "ha hecho denostación y mentiras respecto de que estaban viejos, gordos y que no hacían las pruebas físicas. Doy fe que eso no es así y que el único beneficiado era Johnny Harasic (ya renunciado presidente del Sindicato de Árbitros). Eso se suma a lo de Huachipato. Todo reviste un daño a la imagen de los árbitros y son responsables como jefes. Jamás había visto el trabajo de tan mala manera, no podemos estar en un peor momento", añadió.
Sobre la movilización que podría dejar al fútbol nacional sin árbitros, explicó que "tenemos convocada una asamblea para el martes donde uno de los temas a tratar es la huelga en caso que no tengamos una respuesta positiva de la ANFP".
Además, del manejo actual de la Comisión que lidera el "juez de hierro", el referí reclama claramente que "le están pagando a los árbitros en Primera B como si fueran de Fútbol Joven. Un árbitro de Primera B gana 470 mil pesos y a uno de Fútbol Joven se le paga 135 mil pesos. Pretenden que nos dediquemos 100% a la actividad y esa liquidación queda en 110 mil pesos. Así no se puede vivir. Fui de quienes presentaron la denuncia ante la Inspección del Trabajo, no tengo miedo".
"Todo árbitro quiere dar lo mejor de su trabajo, pero tenemos que contar con las mejores herramientas. Ningún árbitro entra a hacer las cosas mal, pero es imposible hacer un trabajo profesional y tranquilo con el nivel de remuneraciones", acusó. Y en esa línea, ejemplifica diciendo que "los árbitros centrales nivel FIFA ganan 1,8 millones, pero sólo ellos. Lo que están haciendo hacia abajo, con el Fútbol Joven, pagándoles como árbitros juveniles en Primera B, es inaceptable y hasta asqueroso".
Para cerrar, Jara postuló a Julio Bascuñán, aún activo en el profesionalismo, para suplir a Castrilli: "És una figura actualizada para liderar esto de buena manera".
