Marcus Smart acaba de ser escogido el jugador defensivo del año en la NBA. El base de los Celtic tiene 28 años y mide 1,91 metros. Es el primer jugador "pequeño" que gana el premio desde que lo hiciera Gary Payton en 1996.
Smart hoy disfruta una vida de estrella de la NBA, pero su historia pudo ser totalmente distinta. "Podría estar en la cárcel o muerto", comentó hace un tiempo.
Creció en Lancaster, un suburbio de Dallas en el que abundaban las drogas y las armas. La "Cobra" admitió que una vez fumó marihuana. Tenía ocho años y terminó en urgencias.
Varios de sus amigos eran traficantes. Ganaban mucho dinero a la semana, se vestían bien y andaban en autos de lujo. Su hermano mayor Michael estaba en el negocio. Casi se muere de una sobredosis de cocaína.
"Mamá no necesita que la llamen a las dos de la mañana para decirle que te encontraron en la cárcel o dos metros bajo tierra", le dijo Marcus en una ocasión.
Smart, de 28 años, tenía dos hermanastros. Uno de ellos se llamaba Todd Westbrook y lo introdujo en el basquet. Le enseñó a jugar y le hablaba de estrellas de la década del ochenta. Pero a Westbrook le descubrieron un tumor y murió de cáncer.
Fue un mazazo para el hoy jugador de los Celtics. Constantemente explotaba y lo consumía la violencia. "Me metí en muchas peleas, varias por semana. Sentía que todas las cosas que sucedían en mi mundo me terminaban sofocando", expresó.
Smart era problemático. Su pasatiempo favorito era juntarse con sus amigos y lanzarles piedras a las personas que pasaban por el frente de su casa. Un día, tuvo la mala suerte de pegarle al líder de una banda del sector. El hombre portaba una pistola y disparó cuatro veces en dirección al basquetbolista. Smart se salvó.
Su madre Camellia, también fallecida por cáncer, lo llevó a clases de manejo de la ira. Con esas clases y un cambio de casa, Smart poco a poco se fue calmando. Pasaba el día jugando basquetbol y mirando videos de Kobe Bryant para mejorar.
Ganó dos títulos del estado de Texas con Edward S. Marcus High School y se ganó una beca en la Universidad de Oklahoma State. Llegó en 2014 a la NBA. Siempre ha estado en Boston y esta campaña fue la clave para que el equipo tuviese la defensa más eficiente de la Liga.
No le gusta que escudriñen en su pasado, aunque no olvida de donde viene. "No quiero escuchar cosas negativas sobre mí. Me hace quedar mal tanto a mí como a mi familia. Soy un reflejo de ella, de mi madre, mis hermanos... La forma en que me comporto es un reflejo de cómo me criaron", declaró.
