Realmente insólito lo que ocurrió el fútbol argentino en el empate 2-2 de Talleres y Unión de Santa Fe.
La situación es así: Con el empate casi consumado, en el último minuto del partido, el árbitro Rodrigo Rivero cobra penal para Talleres.
El árbitro le explicó a los futbolistas que una vez pateado se terminaba.
Va el jugador Matías Godoy, el arquero Sebastián Moyano ataja e inmediatamente el propio Godoy captura el rebote y la manda al fondo de la red.
Alcanzaron a salir a festejar, pero el juez había tocado el pito dando por finalizado el compromiso. Los cordobeses no lo podían creer y se armó un fuerte entrevero entre los futbolistas de ambos equipos.
Realmente increíble...
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