Enero de 2017 y un horrendo crimen sacudía a la localidad de Alvear en Argentina. Un joven era asesinado producto de una brutal golpiza. Uno de los involucrados era un ex seleccionado chileno Sub 20.
Por aquel entonces Luciano Cabral militaba en Atlético Paranense de Brasil. Esteba cedido por Argentinos Juniors, el club dueño de su pase, y ya había vestido la camiseta de la "Roja" en el Sudamericano Sub 20 de 2015.
El talentoso volante nacido en General Alvear, Mendoza, y nacionalizado chileno gracias a su abuelo, era uno de los grandes proyectos del fútbol local. En Argentina lo comparaban rápidamente con Juan Román Riquelme.
Pero aquel horrendo crimen le costó la carrera y también ir a prisión. Días después del macabro asesinato, el futbolista entró a la cárcel y allí estuvo hasta que en junio de 2018 se dictó condena: Fue declarado culpable y recibió una pena de nueve años y medio.
Ahora Cabral ve la luz. Cumplió la mitad de la pena y obtuvo la libertad condicional. Y pese a que han pasado los años, el fútbol sigue corriendo por su venas y sueña con volver a pisar una cancha de manera profesional. Por ello, en prisión siempre se mantuvo con trabajo físico, nunca dejó de soñar.
Argentinos Juniors, el mismo club que lo acompañó en todo el proceso penal y que lo dio debutar en Primera, le abrió las puertas.
"Luciano Cabral se entrenó en el Centro de Fútbol Profesional Sergio Daniel Batista y empezó su entrenamiento personal en El Semillero Del Mundo, donde se quedará hospedado", comunicó el elenco trasandino.
El "Bicho" no solo lo tendrá entrenando en sus instalaciones, también será el hogar del volante mientras cumple el resto de la pena. Y Cabral no olvida a Chile.
"Me lo he gané la libertad con el comportamiento y la conducta a través de todo este tiempo que llevo en prisión. Cuando uno sueña, sueña en grande. Uno de mis sueños es poder volver a jugar a la pelota, en lo posible en Chile y ganarme un lugar en la selección mayor y llevarla a un Mundial", dijo hace unos meses al sitio Pasta de Campeón.
A sus 27 años, Luciano sigue soñando. Quiere una segunda oportunidad en el fútbol y cree que aún está a tiempo de recibir el llamado de la "Roja". Solo el tiempo sabrá si su sueño se cumple.