La "Roja" enfrenta el próximo 16 de noviembre a la Polonia de Robert Lewandowski en Varsovia. La selección europea, que va al Mundial de Qatar, tiene un polémico entrenador. Se trata de Czesaw Michniewicz, un hombre al que en su país apodan el "Mourinho polaco".
El DT asumió en enero de este año tras la renuncia de Paulo Sousa. Ha hecho toda su carrera como DT en la liga polaca y no tiene un palmarés amplio. Lo más destacado es la Copa y la Supercopa que ganó con el Lech Poznán es 2004. Sin embargo, su principal virtud es sacar lo mejor lo mejor de planteles humildes.
Michniewicz no solo ha aparecido en los medios de comunicación por sus resultados o tácticas. Hace años, se vio inmerso en uno de los mayores escándalos de corrupción del fútbol polaco. Los coletazos del caso lo siguen golpeando.
Antes de ser entrenador, Michniewicz fue un arquero de opaca trayectoria. En 1996, estaba en la segunda división polaca y apareció un hombre que sería clave en su vida: Ryszard Forbrich, "El Barbero". El mafioso, "un capo del fútbol", lo llevó al Amica Wronki de la máxima categoría.
Ese vínculo con "El Barbero" hizo que Michniewicz fuese involucrado en una denuncia por amaño de partidos. De acuerdo al medio Wirtualna Polska, las sospechas comenzaron en 1996. El primer portero del Amica Wronki, Jaroslaw Strozynski, habría fingido una lesión en el calentamiento para no jugar en la Copa de Polonia. Michniewicz lo reemplazó, tuvo una pobre actuación y el equipo quedó eliminado. Dos años después, el Amica Wronki fue campeón de la Copa y supuestamente hubo interferencia. Se ha establecido que "El Barbero" tenía contacto con jugadores, técnicos y árbitros.
Luego del retiro, Michniewicz tuvo un breve paso como comentarista televisivo y se convirtió en entrenador. Habría comenzado su carrera en el Lech Pozan gracias a Forbich. Nuevamente hubo sospechas de arreglo de partidos. Once duelos fueron puestos bajo la lupa.
La Fiscalía de Polonia decidió abrir una investigación. Hubo 591 comunicaciones entre Michniewicz y "El Barbero" desde julio del 2003 hasta octubre de 2005. En ese período de tiempo, solo dos personas tuvieron más contacto con Forbich: su vecino, Marek Ryzek, y su pareja, Marian Dusza. Estos últimos fueron condenados por arreglo de partidos. A Michniewicz, en cambio, no lo pudieron vincular con el caso.
Pese a que fue declarado inocente, las sospechas nunca terminaron. Cuando fue presentado como nuevo entrenador de Polonia, el escándalo fue recordado. Hubo fuertes críticas.
"Es un momento negro para el fútbol polaco", dijo el histórico portero de la selección, Jan Tomaszewski.
"De haber sido sentenciado Michniewicz no estaría sentado con nosotros. Llamarle un 'mafioso' es ofensivo", declaró el presidente de la Federación de Polinia, Cezary Kulesza.
Michniewicz se hartó. Interpuso una demanda contra el periodista e investigador, Szymon Jadczak. Sin embargo, no quiere que el proceso legal lo afecte durante la Copa del Mundo.
"El seleccionador polaco ha declarado que querrá esperar hasta después de la Copa del Mundo para reanudar los procedimientos legales", informó el medio PSN.
A los líos por el escándalo de corrupción, se suman las críticas por el nivel futbolístico del equipo. En el Mundial buscará una revancha. Comparte grupo con Argentina, México y Arabia Saudita.
