A 48 horas de la final del Mundial de Qatar, Francia está en alerta total. Esto después que Raphael Varane e Ibrahima Konaté se sumaran a la oleada de enfermos con fiebre que con esto golpea ya a cinco jugadores de la selección gala.
Ambos amanecieron este viernes con un resfriado y que estaría vinculado
al "virus del camello" que afecta al equipo.
El caso más fuerte es el de Konaté, que no se siente bien y se quedaría afuera de la práctica del viernes; Varane, en cambio, se encuentra mejor.
Estos dos casos se suman a los de Adrien Rabiot, Dayot Upamecano y Kingsley Coman que había sido el último.
Upamecano estuvo en el banco en la semifinal frente a Marruecos, restablecido del proceso febril, aunque no jugó por estar algo bajo de forma, según explicó el seleccionador, Didier Deschamps. En cuanto a Rabiot, ni siquiera acudió al estadio y al día siguiente se entrenó al margen del resto de sus compañeros.
Francia ha negado en todo momento que se trate de un brote de covid, aunque ha incrementado los gestos de prudencia en el seno de la concentración para evitar más contagios y por el momento no hay oficialización de que alguno sea baja para la final del domingo ante Argentina.
Deschamps indicó que se trata de fiebre ligada al frío, por el aíre acondicionado y por la bajada de las temperaturas en Doha en los últimos días.
Pese a eso los medios franceses e internacionales hablan de que los jugadores se habrían contagiado con el denominado "Virus del camello", una enfermedad surgida en 2012 en Arabia Saudita, que se supone que fue transmitida por murciélago a camellos del desierto de la península arábiga, incluidos los que están en territorio qatarí.
El Síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) no tiene por ahora vacuna ni tratamiento, por lo que ya se ha advertido a los hinchas que acudan a la máxima cita del fútbol que sigan una importante serie de consejos.