Argentina vivió una fiesta en Buenos Aires. Tras coronarse ante Francia en la final del Mundial de Qatar, hace más de tres meses, la "Albiceleste" volvió a jugar. Lo hizo frente a su gente, en el Monumental de Núñez, en una jornada muy emotiva. Derrotó 2-0 a Panamá.
La selección trasandina saltó a la cancha con todo el plantel, titulares y suplentes. Los jugadores llevaban a sus hijos en brazos. La gente cantaba "Muchachos, nos volvimos a ilusionar", el hit del grupo La Mosca Tsé-Tsé que se popularizó durante la Copa del Mundo.
Una sonrisa de lado a lado atravesaba el rostro de Lionel Messi. Emiliano "Dibu" Martínez no pudo contener las lágrimas. Tampoco el técnico Lionel Scaloni.
Fue un partido complicado. Panamá dispuso una defensa rocosa, áspera, supo achicar espacios y le dificultó la tarea al dueño de casa.
Los goles llegaron bien entrado el segundo tiempo. A los 78' Lionel Messi estrelló un tiro libre en el poste, pero Thiago Almada capturó el rebote y no perdonó.
La "Pulga" tendría revancha a los 89'. Fue un golazo. Espectacular tiro libre que clavó en el ángulo. Consiguió el tanto 800 de su carrera.
Tras el encuentro, la fiesta continuó. Hubo varios homenajes. Los dirigentes argentinos le regalaron a cada jugador un réplica de la Copa del Mundo. En la grada se vivió un espectáculo aparte. La hinchada pidió un minuto de silencio "para Francia que está muerto".
Los goles
