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Rechazó a una potencia europea para jugar por Chile: El perfil del basquetbolista nacional que ganó histórico título en el "Viejo Continente"

Sebastián Herrera es una de las figuras del Telekom Baskets Bonn.

20 de Mayo de 2023 | 10:30 | Redactado por Felipe Santibáñez, Emol
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Telekom Baskets Bonn.
"Pocos creyeron, pero aquí sigo". La frase la publicó Sebastián Herrera en su cuenta de Instagram junto a una serie de imágenes. Se le ve extasiado, con una medalla en el pecho y una bandera chilena cubriéndole la espalda.

El pasado domingo, en el Palacio de Deportes de Málaga, fue una jornada histórica. El Telekom Baskets Bonn venció al Hapoel Jerusalén de Israel por 77-70 y se proclamó campeón de la Basketball Champions League de Europa. Nunca un equipo alemán había ganado el certamen continental, nunca un chileno había obtenido un título de tal envergadura en el "Viejo Continente".



En el duelo decisivo, Herrera jugó 24 minutos. Hizo once puntos, repartió una asistencia y tomó dos rebotes. Pasan los días y la efervescencia no baja. "Fueron demasiadas emociones. Obviamente todavía no se me mete en la cabeza, no asimilo, pero sé que son logros grandes. Es muy difícil volver a engancharse. Lo más difícil. Dar vuelta la página rápidamente. Estamos en playoffs y queremos ganar la Bundesliga", le dice el escolta de 25 años a Emol desde Alemania.

La UC y una temprana salida al extranjero


Herrera nunca pensó qué hubiese sido en caso de no ser basquetbolista. Todo se le dio rápido, aunque no fácil. Es de Ñuñoa, hijo de padre chileno y madre alemana. Partió jugando en el aro de su casa y luego se enroló en la Universidad Católica.

El ex basquetbolista y actual jefe de la Unidad de Desarrollo Deportivo de la UC, Marcelo Venegas, recuerda que "Seba" tenía 11 o 12 años cuando lo conoció. Llegaba con desparpajo a jugar "pichangas" con la categoría senior.


"Son pocos los jugadores chilenos en el primer nivel. Creo que esto es lo más alto que se ha podido llegar. Ganar una Champions a nivel europeo y siendo parte importante del equipo, no siendo el que va de comparsa o sparring, es algo realmente importante. Desde que lo conozco, él siempre tuvo un pensamiento positivo ante la exigencia. La perseverancia y la mentalidad que tiene es de otro nivel, esas cosas que tienen los jugadores de alto nivel, que van por algo más", expresa.

Manuel Córdova expresa una opinión similar. El entrenador argentino recuerda cuando lo dirigió en una selección chilena juvenil.

"Yo a 'Seba' lo conocí el año 2011, previo al Sudamericano de Sub 15 hicimos una concentración, él era uno de los más chiquitos. Su papá se recuerda que las pantalonetas le quedaban muy grandes. Ya en aquel momento me di cuenta que tenía una personalidad diferente y un picardía para jugar al basquet con chicos más grandes, no le temía a nada", declara.

Con 15 años, Herrera ya estaba en el plantel adulto de la Católica y, tras brillar en un campeonato con la selección chilena sub 18, le llegó una oferta para jugar en la segunda división de Alemania con Gladiators Trier. Todavía no terminaba el colegio. Si bien no había antecedentes de basquetbolistas chilenos triunfando en Europa, no lo pensó mucho. Necesitaba probarse.


Pero no fue fácil adaptarse. Llegó a Trier, una ciudad de poco más de 100 mil habitantes cerca de la frontera con Luxemburgo, y se instaló en la casa de una familia que el club contrató para ayudarlo.

"Fue extraño llegar a una ciudad tan chica. Yo hablaba un poco de alemán, lo básico, por mi mamá, pero me costó mucho al principio hablar fluido y aprender. Me metieron al colegio aquí en Alemania para hacer tercer y cuarto medio. Eso también fue duro, no me saqué las mejores notas", afirma el deportista.

En la cancha también hubo problemas. Era otro nivel de exigencia. En su primer partido, el rival que debía marcar se llenó de puntos. El técnico sentó en la banca al chileno luego de ese duelo, no le dio ningún minuto hasta que mejorara la defensa.

"Era muy joven, no tenía el físico, no tenía los conceptos, obviamente había otros jugadores con más experiencia y lo hacen mejor que tú. Es simple. El que esté mejor juega. En ese momento no estaba listo. Tuve que asumir el reto de mejorar. Fue difícil adaptarse a tantas cosas en tan poco tiempo", comenta Herrera.

Pudo jugar por Alemania


Luego de meses difíciles, mejoró paulatinamente. Logró ganarse un lugar en el equipo y se comenzó a destacar.

Sus actuaciones no pasaron desapercibidas para la selección germana y fue convocado. Era una oportunidad para luchar por un puesto en un equipo que suele ir a Mundiales, Juegos Olímpicos y que cuenta con figuras NBA.


"Tuve en un campamento con la sub 18 alemana en el 2015, me invitaron porque había jugado mi primera temporada en Alemania, había jugado bastante bien. Me dijeron: 'Supimos que tienes pasaporte alemán, solo has jugado juveniles en Chile, todavía puedes elegir jugar por Alemania'. El entrenador me preguntó: '¿Crees que jugarías por nosotros?'. No la pensé dos veces. Dije 'no, gracias por la invitación, jugué todas las inferiores en Chile, viví toda mi vida en chile. Llevo recién un año en Alemania, no lo siento como siento jugar por Chile'. Fue así de simple. Muchos me dijeron 'Alemania es un potencia europea, vas a poder jugar Olimpiadas o Mundiales, qué se yo'", manifiesta.

Hoy Herrera está bien. Sin embargo, considera que su aventura europea ha sido una "montaña rusa de emociones". Momentos muy buenos y otros muy bajos.

De Trier se fue a los Crailsheim Merlins y consiguió el ascenso a la Bundesliga, una de las competencias más fuertes de Europa. Fue el primer nacional en jugar en la primera división del basquet alemán.


En su primera temporada en la Bundesliga casi se va al descenso y revela que fue lo peor su carrera. Pero individualmente mostró buen nivel en los Merlins. Para la temporada 2020-21 llegó al EWE Baskets Oldenburg. Su última campaña allí no fue buena, se frustró.

El entrenador Tuomas Lisalo lo llevó al Telekom Baskets Bonn en 2022. Ya se conocían desde los Merlins. El finlandés lo ha obligado a salir de la zona de confort, a entrenar la fortaleza mental, las debilidades, el lenguaje corporal. "Dije: No me puedo achacar por tantas cosas que no se me dan", menciona Herrera.

"Él es un líder innato, cero posibilidad que sea callado, un tipo que da una opinión certera, desde chico era muy alegre y contagia esas emociones", apunta Marcelo Venegas. "Es un líder por tener templanza en los momentos difíciles. Ha tenido el temperamento para asumir responsabilidades desde chico y tomar decisiones, como irse tan jovencito de su casa y hacerse una carrera en un medio que no es fácil", agrega "Manu" Córdova.

Herrera se define como alguien que "trata de vivir en el presente". Con la selección no se fija metas a largo plazo, quiere clasificar a la AmeriCup. Su contrato con el Telekom termina a final de temporada y no sabe si continuará. Pase lo que pase, ya venció a las probabilidades.

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