Sigue el movimiento en el fútbol europeo, en un mercado de pases que no tiene respiro entre los principales elencos del viejo continente.
Uno que está muy activo en esta ventana de fichajes es es el campeón de Europa, Manchester City, que busca nombres para fortalecer su plantel.
En ese sentido, el último ganador de la Champions League quiere al croata Josko Gvardiol, la gran revelación del último Mundial de Qatar 2022, para reforzar su defensa.
Ya hay acuerdo entre el club y el jugador. Ahora, el City busca destrabar la situación con el RB Leipzig, dueño de su pase. La operación va encaminada y superaría ampliamente los 100 millones de euros, lo que transformará a Gvardiol en el defensa más caro de la historia.
Los de Pep Guardiola, además, quieren evitar la salida de una de sus grandes figuras. Le ofreció una renovación de contrato al portugués Bernardo Silva, que está vinculado a clubes de Arabia Saudita.
Times Sport indicó que el ofrecimiento es, específicamente, para que Silva no se vaya al fútbol árabe y siga por varios años en el Eithad Stadium.
Por otro lado, el PSG está muy activo en el mercado y tiene muy cerca la oficialización de su nuevo entrenador, tras la partida de Christophe Galtier.
Según Le Parisien, el español Luis Enrique firmará por dos temporadas más otra opcional y será anunciado como el nuevo DT parisino este miércoles.
Y no llegará solo, porque L'Equipe informó que el gigante francés está cerca de firmar al zaguero Lucas Hernández, que milita en el Bayern Munich.
El zurdo se iría al elenco galo por unos 40 millones de euros y sería el reemplazante de Sergio Ramos, que dejó la entidad de París tras dos campañas.
Asimismo, el propio Bayern podría complicar la negociación entre Chelsea y Manchester United por Mason Mount, que es una teleserie en Inglaterra.
Los alemanes tienen presupuesto y según The Guardian están dispuestos a pagar los 75 millones de euros que piden los de Londres por el talentoso volante.
Finalmente, el defensa Kalidou Koulibaly se convirtió en nuevo jugador del Al Hilal de Arabia Saudita. El traspaso fue por 23 millones de euros desde Chelsea.
Pese a que el Inter de Milán lo buscaba, el senegalés firmó un contrato por los próximos tres años, tras un mal paso por los "Blues".
