"Papu" Gómez con la "17" celebrando el título de Argentina en Qatar con sus compañeros.
EFE
El delantero del Monza, Alejandro "Papu" Gómez anunció que pidió a sus abogados que investiguen su suspensión por dopaje e insistió en que la sustancia prohibida procedía del medicamento para la tos de su hijo.
Gómez fue suspendido por dos años el viernes en un caso de dopaje derivado de su etapa en el club español Sevilla. Dio positivo en octubre pasado, poco antes de unirse al equipo argentino que ganó la Copa del Mundo.
La prohibición podría potencialmente poner fin a la carrera del jugador de 35 años y Gómez habló sobre el asunto por primera vez el domingo, con una extensa declaración en Instagram.
"No sólo siempre he respetado rigurosamente todas las reglas, sino que también me he alzado como un firme defensor del deporte limpio y del espíritu deportivo, condenando categóricamente cualquier forma de dopaje... Nunca he tenido la intención de recurrir, y nunca lo haré, a un método prohibido. práctica", escribió Gómez.
"El presunto delito se origina por la presencia de terbutalina en mi sistema, después de que la ingerí accidentalmente en una cucharada del jarabe para la tos de mi pequeño hijo... He pedido a mis abogados que investiguen el asunto porque creo que el caso disciplinario no fue tratado de acuerdo con las normas."
Gómez estuvo en el banco cuando el Sevilla ganó la final de la Europa League la temporada pasada y su contrato con el club fue rescindido el 1 de septiembre. Se unió a Monza a fines del mes pasado como agente libre y ha jugado en dos partidos de la Serie A, sin puntuación, desde que regresó a Italia.
Gómez, ex capitán del Atalanta, ayudó al club de Bérgamo a lograr una serie de temporadas exitosas antes de que una pelea con el entrenador Gian Piero Gasperini lo llevara a irse al Sevilla en enero de 2021.
Gómez es el segundo jugador de la Serie A implicado en un caso de dopaje esta temporada. El volante de la Juventus Paul Pogba dio positivo en testosterona.
