World Rugby anunció ayer lunes que está estudiando las acusaciones de racismo lanzadas por el inglés Tom Curry contra el hooker sudafricano Bongi Mbonambi durante la semifinal mundialista que opuso a estos dos equipos el pasado sábado en París.
"World Rugby toma con extrema seriedad todas las acusaciones de comportamiento discriminatorio. Podemos confirmar que estamos revisando formalmente la acusación hecha por Tom Curry, jugador de Inglaterra, en relación con el uso de lenguaje discriminatorio durante la semifinal de la Copa del Mundo de Rugby 2023 entre Inglaterra y Sudáfrica disputada el último sábado", anunció el organismo este lunes en un comunicado.
Este anuncio llega al día después de que la propia federación sudafricana anunciase una investigación interna sobre este incidente.
Según varios medios internacionales, incluso una de las sanciones significaría que Mbonambi se perdiera la final, lo que supondría una tremenda baja para las aspiraciones de los Springboks. Esto, solo de confirmarse la veracidad de las acusaciones.
Durante el partido ganado por los Springboks (16-15) en el Stade de France, Mbonambi se habría dirigido a Curry utilizando una expresión ofensiva con su color de piel blanca.
Tras cerca de una media hora de juego, el tercera línea inglés denunció los hechos ante el árbitro Ben O'Keefe, preguntándole cuál debía de ser su respuesta. "Nada, por favor", le habría respondido O'Keefe.
"Estamos al tanto de la acusación, que nos tomamos en serio", afirmó la Federación Sudafricana de Rugby este domingo, precisando que está "examinando las pruebas disponibles".
Tras el partido, al ser preguntado si las palabras de Mbonambi le supusieron algún problema, Curry respondió: "Sí", añadiendo que "no merecía la pena hablas de ello". El hooker sudafricano se habría negado presuntamente a darle la mano al término del partido.
Mbonambi es el único hooker del grupo sudafricano desde la lesión de Malcom Marx.
Sudáfrica se enfrentará a Nueva Zelanda el sábado desde las 16:00 horas en una final que promete.
