Germán Pezzella celebra su agónico golazo.
AFP
El Real Betis de Manuel Pellegrini y Claudio Bravo -lesionado- tenía un durísimo examen ante el Girona, sorpresivo líder de la Liga.
Y fue un partidazo en el Benito Villamarín, en el que los verdiblancos pudieron decretar el empate sobre el final y con un gran gol.
De esta manera, los de Pellegrini llegan a 13 duelos sin perder en Liga, alcanzan 28 puntos y siguen en la séptima posición. En tanto, los catalanes continúan en la cima con 45 puntos, pero podrían ser alcanzados por el Real Madrid.
Pero el partido fue intenso. Ya en el primer tiempo el Girona intentó imponer sus condiciones de arranque y gozaba de las llegadas más claras, con un Yan Couto y Savio inspiradísimos.
La apertura de la cuenta llegó a los 39', cuando Artem Dobvyk cambió un penal por gol tras falta dentro del área de Aitor Ruibal sobre Savio.
En el segundo tiempo, el Betis intentaba, pero sin demasiada eficacia y se perdía en los últimos metros. Sin embargo, los cambios de Pellegrini le hicieron bien al equipo, sobre todo el de Abde.
El marroquí fue un dolor de cabeza para los catalanes y levantó a su elenco, que a los 88' encontró el empate: Tiro de esquina desde la derecha, un par de rebotes y dentro del área apareció Germán Pezzella para con un tremendo zapatazo romper el arco.
Algarabía en el Benito Villamarín y luego, incluso, bien lo pudieron ganar los béticos en la última. Pitazo final y un empate en un partidazo.
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