Claudio Bravo estuvo en Chile para disfrutar la Navidad con su familia y, de paso, presentar el campamento de verano para jóvenes deportistas que junto a la Universidad Andrés Bello y Fundación Maule desarrollará la fundación que lleva su nombre.
Sobre la iniciativa, el experimentado portero expresó: "El primer sentir es de orgullo, querer ayudar a las nuevas generaciones a través del deporte, influyendo en el plano personal de cada chico. Quiero contribuir a estos chicos deportistas, que tienen sueños y la posibilidad de vivir del deporte, ayudarlos en la parte mental, que es sumamente importante hoy en día. La idea es colaborar lo que más podamos".
Sobre su futuro, no cerró la puerta a volver a la selección chilena tras la salida de Eduardo Berizzo, quien lo marginó de su proceso por haber privilegiado sus vacaciones en el comienzo de las citaciones.
"Mi carrera habla por sí sola, no tengo por qué decir si hubo falta de respeto. El cómo salió uno y como sigue otro, no tengo que referirme a ese episodio, cada uno sabe cómo le aprieta el zapato. Al final, el tiempo te da la razón", indicó.
Sobre el posible arribo de Ricardo Gareca a la banca de la "Roja", sostuvo: "Si viene, bienvenido sea. Es un técnico que nos va a sacar un rendimiento mayor que el que estábamos teniendo, que era escaso. Si es Córdova el que tiene que llevar a la selección al próximo Mundial, estaremos apoyando".
Por último, sobre estar presente en la Copa América 2024, dijo: "Estados Unidos me trae buenos recuerdos, pero lo primero es volver a competir tras salir de la lesión, estar en plenitud y veremos qué es lo que pasa. Si me toca estar bien, compitiendo y con ganas de seguir al máximo nivel, ¿por qué no podría ser una ayuda? Si es lo contrario, es prácticamente imposible. Depende del momento y lo que quiere el nuevo seleccionador".
