Tras dos primeras jornadas, la Audiencia Provincial de Barcelona acogió este miércoles la última sesión, que contó con la declaración del brasileño, Dani Alves, acusado de un delito de agresión sexual.
El tribunal aceptó la petición de la defensa del futbolista para que el acusado pudiera dar sus declaraciones. Solamente contestó preguntas por parte de su equipo de defensoría.
Durante su testimonio, Alves detalló los antecedentes que ocurrieron en el restaurante y después en Nuba.
"El día 30 quedé con mis amigos para ir a comer a la Taberna del Clínic. Llegamos sobre las 14:30 de la tarde. Hacía mucho tiempo que no nos veíamos y la comida se alargó. Bebimos 5 botellas de vino y una botella de whisky. Son las que aparecen en el ticket del restaurante. Más o menos, yo bebí 1 botella y media de vino y varias copas de whisky. Cuando salimos del restaurante, fuimos al Nuba y tomamos una ronda de Gin tonic. Para llegar hasta allí, fuimos en coche. Conducía Bruno, porque yo había bebido bastante y no podía conducir", explicó Alves.
Prosiguió. "Solamente hay un baño en la zona VIP. Lo sé porque soy cliente frecuente de Sutton. La puerta de la suit estaba abierta. Cuando llegamos al reservado, estuvimos bailando durante un rato. Primero vinieron dos chicas y estuvieron allí un rato bailando. Después, invitaron a las otras tres chicas. No detecté que ellas estuvieran incómodas con nosotros. Estaba cercano a ellas, soy una persona muy cercana, pero siempre desde el respeto. Yo creo que las chicas sí sabían que yo era Dani Alves, jugador del FC Barcelona".
Posteriormente, describió el momento en el que empezó a acercarse a la denunciante y confesó que ella accedió de ir al baño sin necesidad de insistencia.
"La denunciante y yo comenzamos a bailar más pegados, lo pasamos bien, disfrutamos entre todos. Ella empezó a bailar más pegado a mí, a 'perrearme', empezamos a rozar nuestras partes. Ella empezó a tocar mis partes. Cuando me tocó, pensé que había una tensión sexual y hablé con ella para que fuéramos al baño. No le tuve que insistir", reveló.
"Pensaba que no vendría, pero al final entró en el baño. Nos empezamos a besar. Me empezó a bajar los pantalones, yo le ayudé. Me senté en la tapa del inodoro y se puso de rodillas para hacerme una felación. Estuve todo el rato sentado, solo me levanté para correrme fuera de ella. Después de la felación, que fue prácticamente todo el rato que estuvimos en el baño. Luego salí porque no quería que nos vieran salir juntos del baño. Ella no me dijo que se quería ir. Yo no le impedí que saliera. No la abofeteé, ni la cogí del pelo. No soy ese tipo de hombre, no soy violento. Tampoco quise practicarle sexo oral. Ella no me dijo nada, estábamos disfrutando los dos, nada más. No me dijo que no quería", afirmó.
A mitad de su declaración, el futbolista se vio abrumado por la emoción y no se contuvo de las lágrimas. Después de una breve pausa para recuperarse, Alves continuó narrando los eventos que ocurrieron.
"Cuando llegué a casa, mi esposa estaba durmiendo en la cama y me dormí. Había bebido mucho. Lo que he declarado ahora es lo mismo que declaré en la segunda declaración institucional. En la primera no mencioné lo de la felación porque pensé que mi mujer no me podría perdonar", expresó.
Concluyó su veredicto, manifestando que "cuando pagué la indemnización en agosto estaba prácticamente arruinado. Solo me quedaban 50.000 euros en la cuenta, y tenía una deuda con Hacienda de medio millón de euros".
