Scot Pollard, ex campeón de la NBA con los Celtics en 2008, vive un drama. Necesita con urgencia un trasplante de corazón.
Recientemente fue internado en la unidad de cuidados intensivos del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee. Desde allí envió un mensaje a la agencia AP.
"Me quedaré aquí hasta que tenga un corazón", afirmó.
Sin embargo, su situación es compleja. Pollard mide 2,11 metros y requiere de un corazón más grande y fuerte de lo habitual para que funcione en su cuerpo, lo que ha dificultado encontrar donante.
El ex basquetbolista trata de mantenerse de buen ánimo. Sabía que esto podía pasar. Hay antecedentes familiares. Su padre murió a los 54 años por un problema cardíaco y la mitad de sus hermanos comparten la misma predisposición genética.
"No se ven muchos viejos de dos metros caminando por ahí. Así que lo he sabido toda mi vida, sólo porque tenía eso grabado en mi cerebro cuando tenía 16 años (edad en la que sufrió la muerte de su padre), que... sí, ser alto es genial, pero no voy a llegar a los 80", declaró.
"No es que ser alto sea una maldición. No lo es. Sigue siendo una bendición. Pero toda mi vida he sabido que hay muchas posibilidades de que no envejezca. Y eso te da una perspectiva diferente de cómo hacerlo", agregó.
Pollard probó con medicamentos, ablaciones y la implantación de un marcapasos, pero nada de eso resultó. Su salud empeoró en 2021 cuando contrajo un virus.
"Se siente como si estuviera caminando cuesta arriba todo el tiempo", dijo.
El hombre de 48 años se ha inscrito en varios centros de trasplantes buscando aumentar sus posibilidades. Sin embargo, entiende en qué posición está.
"Está fuera de mis manos. Ni siquiera está en manos del médico. No pueden predecirlo, pero confían en que recibiré un corazón en semanas, no en meses. Depende de las redes de donantes", manifestó.
Pollard se siente extraño. Depende de la voluntad de otra persona: "Será un héroe. Así es como lo veo. Entiendo lo que tiene que pasar para conseguir lo que necesito".
"Cumbres Borrascosas" hizo una carrera de once años en la NBA. Jugaba en la posición de pívot y defendió las camisetas de Detroit, Sacramento, Indiana, Cleveland y Boston. Se retiró después de ser campeón con los Celtics.
