Un presente complejo y un futuro completamente incierto. Así podría describirse el momento que atraviesa Tomás Alarcón luego de protagonizar una pelea con su compañero en Cádiz, Rominigue Kouamé, la cual les costó a ambos ser apartados del plantel.
Han pasado los días y el técnico Paco López no ha dado señales de un "perdonazo" hacia ambos futbolistas, cuyo conflicto sigue dando de qué hablar entre los medios partidarios del cuadro andaluz.
De hecho, el sitio Canal Amarillo publicó una nota donde entregó detalles del enfrentamiento entre los jugadores, asegurando que
su relación estaba marcada por roces en el día a día, situación que no parecía advertir el estratego.
"Ya había encontrones en más de una ocasión, ante la pasividad de un técnico que, sabedor de esa falta de 'feeling' entre ambos, continuó enfrentándolos en partidillos de entrenamiento", detallaron en la publicación.
Asimismo, indicaron que de acuerdo a testigos, la pugna comenzó luego de una fuerte infracción del formado en O'Higgins la cual posteriormente respondería el africano con una barrida que, puntualizaron, "de haber cogido el pie apoyado del chileno lo hubiera podido llevar directamente a un quirófano".
En la misma línea, describieron que "la reacción de Alarcón fue explosiva, aunque antes de dirigirse a Koaumé para golpearle de forma vehemente se quedó unos segundos pensativo ante la pasividad de sus compañeros, que hasta ese momento no habían afeado la conducta a un jugador reincidente".
"Así el tema, el chileno se fue con toda su fiereza para golpear con fuerza y toda la maldad posible a Kouamé, que alguna también soltó ante un Alarcón al que hubo que parar entre seis futbolistas", afirmaron.