Días turbulentos al interior de Azul Azul. El presidente Michael Clark pagó 5,7 millones de dólares a través de Inversiones Antumalal y pasó a tener el control del Fondo de Inversión Privado Tactical Sports (FIP), que estaba compuesto mayoritariamente por Sartor. Así quedó con el 63% de las acciones de la concesionaria.
Daniel Schapira, el segundo máximo accionista de Azul Azul, está muy molesto. La movida de Clark le genera muchas dudas.
"Es un chiste, una burla. Imagínese que compré el veintitantos por ciento de Azul Azul en US$ 15 millones, ¿y ahora Clark controla el 64% pagando solo US$ 5,6 millones? Me daña, y aunque da lo mismo lo que la acción de Azul Azul, pues casi no se transa, mi parte vale nada", manifestó en entrevista con El Mercurio.
Schapira no se quedó ahí y profundizó: "Esto es un abuso de posición, un abuso de poder. Espero que las instituciones funcionen, como la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), pero vamos a estudiar acciones legales, nos sentimos perjudicados y heridos".
Algo que genera ruido es que no se realizó una Oferta Pública de Adquisición (OPA) de las acciones. La CMF le pidió una explicación a Clark por ello y el presidente de Azul Azul respondió que la propia CMF, según resoluciones anteriores, lo eximía de hacerlo.
Pero el ente regular atacó de vuelta y le comunicó a Clark en un texto que "su adquisición de control de Azul Azul S.A. no habría dado cumplimiento a la obligación contemplada en el artículo 199 de la Ley N°18.045 de Mercado de Valores, por cuanto no realizó una oferta pública de adquisición de acciones dirigida a todos los accionistas de la serie B de Azul Azul S.A.".
Schapira dijo que si se vendía a través de OPA él hubiese participado.
"Hoy la CMF dijo que se han cometido arbitrariedades, que no se informó, que no hubo OPA, aunque se está comparando a un fondo de inversión y no ese están comprando acciones de Azul Azul, pero se compró el control, eso pasó, se compró el control de Azul Azul y tenía que haberse hecho por el procedimiento regular que es una OPA, tal como se hizo cuando ellos compraron a Carlos Heller la parte que tienen. Hoy están haciéndolo a la desesperada, porque se está desgranando el choclo, lo de ellos se está cayendo todo a pedazos y están arrancando como puedan", afirmó.
En ese sentido, Schapira reconoce que Sartor elige a quien venderle, "pero en el tema inmobiliario, cuando usted compra una vivienda a diez y la vende a uno, se genera una lesión enorme, eso se llama venta fraudulenta. Desgraciadamente, en el tema de las acciones ese tipo de figura no existe, pero existen otras. Pero es evidente. Esto es, a mi juicio personal, una venta que es fraudulenta y es un camino que voy a investigar. Ellos pagaron US$ 15 millones a Heller por el 63% y ahora están vendiendo en poco más de 5 millones, alguien pierde nueve y nadie dice nada. ¿Y por qué nadie ha dicho nada? Pues son lo mismos. Sartor le vende a Clark y él es Sartor".
Todo puede terminar en una multa de la CMF. Pero Schapira no quiere solo eso. Anhela un cambio profundo.
"Quiero que haya un cambio, hay que obligarlos a que salgan, que vendan, que dejen el control de la institución. Abusan de su poder. Hacen lo que quieren. Esa es la verdad. Imagínese que ni siquiera le informaron al directorio la venta que hicieron el 13 de diciembre. ¿Qué informan entonces? Nada. Un chiste", cerró.