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Turismo aventura: Pusimos a prueba el decálogo de seguridad del Sernatur

Actividades extremas y deportivas son uno de los atractivos nacionales para los turistas osados. Para aquellos que no lo son tanto, estas son 10 formas de asegurarse de que una experiencia adrenalínica no termine mal.

13 de Febrero de 2016 | 09:59 | Por Pía Martabit, Emol
SAN JOSÉ DE MAIPO.- "¿Quieres hacer rafting?", si hubiera podido gritar lo hubiera hecho, pero traté de contenerme sin mucho éxito. Mi cara de emoción era evidente cuando Sernatur ofreció hacer rafting en el río Maipo para exponer un nuevo decálogo de seguridad para el turismo aventura.

Los días previos al evento sentía una expectativa positiva, bordeando en el delirio. Sin embargo cuando me pasaron el remo a la orilla del río Maipo, antes de comenzar, me entró el terror. Mi mano diminuta apenas se podía aferrar al extremo del remo. "Lo voy a soltar y ese va ser el principio del fin", pensé. En un segundo, consumida por el miedo, se me olvidaron todas las medidas de seguridad.

Una vez en tierra, gracias a la labor de los guías y finalizada mi aventura, puedo decir que puse a prueba las 10 medidas entregadas. Esta fue mi experiencia.

Asegúrese que la empresa esté registrada en Sernatur

Fíjese que el operador que le prestará el servicio esté inscrito en los registros del Sernatur, información que puede verificar en el sitio web del organismo.

La importancia de que una empresa se encuentre en esa base de datos, es que en caso de que ocurran accidentes o incumplimiento de servicio, el Sernatur puede llevar a cabo las medidas correspondientes.

Aventura Extrema, el operador con el que hicimos rafting, no sólo está registrada, sino que es la única que está certificada en todos sus procedimientos de seguridad para realizar está actividad en el Río Maipo.

Sin embargo, existen otras 51 empresas registradas en San José de Maipo y 1.600 a nivel nacional.

Esto ayuda a lograr la tranquilidad y concentración que necesita pasar un buen momento.

Exija una charla instructiva y un guía lo acompañe

Lo que se debía o no hacer lo mencionaron una y otra vez hasta el final de la actividad. Con la adrenalina del rafting se le va a olvidar cómo remar y cómo poner los pies para no caer de la balsa.

Y si a usted no olvida las instrucciones, le puede pasar al compañero de adelante. Va a experimentar una pelea de 30 minutos en los que sus remos chocarán porque nunca lograron coordinarse, a pesar de los gritos del guía.

"No suelte el remo que le puede pegar a alguien en la cara", "siéntese bien que se pueden caer", fueron frases que se repitieron desde una simulación en tierra, la práctica en la orilla y durante la media hora en el río.

Además, es importante que haya suficientes guías para ayudarlo en caso de caer al agua. En esta actividad no sólo había un instructor en cada balsa con dos grandes remos con los que guiaba y mantenía mayor control de la ruta, sino que también había otro en un kayak y uno más en la delantera, en caso de un eventual rescate.

Debe firmar una ficha de aceptación de riesgos e informarse sobre el seguro de accidentes

Siempre, siempre, siempre firme un documento si va a hacer algo que tenga alguna cuota de peligro. Si lo hace cuando efectúa una trámite tan simple como para contratar internet, con mayor razón cuando navegue por los rápidos ríos de Chile. Esto, tanto para su beneficio como el de la empresa.

Firmar una ficha de aceptación de riesgos lo ayudará a saber, primero, cuáles son los peligros que conlleva la actividad, y segundo, la empresa puede defenderse en caso que ocurra algún accidente fuera de riesgo vital, pero doloroso e indignante, como que alguien le pegue con un remo en la cara.

En cuanto al seguro, hay empresas que tienen los documentos en sus sitios web, y otros que los muestran en sus oficinas. Puede parecer una información muy específica, pero mejor prevenir que lamentar.

Exija equipamiento en buen estado

Esto ocurre con cualquier actividad que haga con empresas de turismo, donde usará equipo ajeno o prestado, independiente si es de seguridad.

Como todos los implementos que se usan constantemente tienden a perder su perfección, es lógico que con el uso y el tiempo los chalecos salvavidas se van a desgastar, pero no por eso los broches no van a cerrar.

Solicite el detalle de lo que está o no incluido en el tour y que le respeten el precio por la actividad contratada

Algo que le puede pasar, y le sucederá, es que creerá que algo está incluido pero en la "letra chica" dirá que "sólo bajo circunstancias específicas".
Desde $16.000
se puede realizar rafting en la zona centro y sur del país

Es igual con los precios de los vuelos publicados en promociones, que no incluyen las tasas de embarque, intereses, la almohada y el maní de cortesía.

Por eso, antes de correr a la orilla, lanzarse a la balsa y ponerse a remar, pregunte bien qué incluye el dinero que va a desembolsar. Consulte desde dónde van a partir hasta dónde van a llegar, y cuánto durará el recorrido.

Los precios a lo largo del país pueden ir desde los $16.000 hasta los $30.000 el mediodía de rafting, dependiendo del tiempo en el agua. Existen otras opciones de $50.000 en el río Teno, región del Maule, por el día completo.

Tiene derecho a conocer el plan de emergencia

Los accidentes pasan y la posibilidad de caerse de la balsa no es mínima. Por eso, en caso de que ocurra, existe un plan de emergencia o, mejor dicho, una posición corporal de emergencia una vez que esté en el agua: medio sentado con las piernas en alto sobre la superficie.

Un buen chaleco salvavidas tiene cojinetes atrás para apoyar la cabeza.

A veces, cuando ya el peligro es inminente, todavía existe una posibilidad de que pueda salir ileso y con sólo una anécdota para contar, si es que conserva la calma y sigue las instrucciones de emergencia.

Sí, al igual que en las discoteques, hay un límite de edad


Mientras el guía informaba por primera vez las técnicas y las medidas de seguridad, un padre con su hijo se acercaron a preguntar si podían realizar la actividad.

Una coordinadora le preguntó cuál era su edad y al responder que tenía 8 años, ella señaló que no podía realizar rafting por ser menor de 14 años.

Puede que en ciertas empresas los requisitos sean menores, pero consulte antes. En sitios online, tanto nacionales como internacionales, mencionan que pueden hacerlo incluso con 7 años.

(Bonus) Póngase bloqueador

Si tiene el mal hábito de olvidar el protector solar como yo, le recomiendo que lo haga. Más si va a preferir no ponerse chaqueta y salir a remar con los hombros y brazos descubiertos. Créame.

Recuerde que estará bajo el sol directo suficientes horas para tomar un color rojo jaiva no tan fascinante.

Si no quiere volver al trabajo insolado, sacando un par de risas de sus compañeros, la principal recomendación es proteger la piel.
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