SANTIAGO.- Comprar, importar o producir un bien, establecerse en un local, vender el producto a los clientes, sería el proceso tradicional del comercio, sea ambulante, pequeño, mediano o retail. Pero ya no pareciera ser la única forma.
A Maximiliano Cereceda se le ocurrió la idea de "Bazar Modular" cuando en un viaje vio un bazar pero distinto a la idea que se aplica en Chile.
Bazar Modular es un local comercial donde un emprendedor arrienda un espacio, o módulo, para vender sus productos, desligándose de todos los trámites, gastos de recursos, y riesgos de establecerse por su cuenta.
Con experiencia en consultoras de emprendimiento y estudios de derecho, Cereceda sabía que las patentes y permisos son trámites complicados por lo que estableció esta forma de "arriendo comercial" junto dos socios más.
"Yo no quise amarrar al emprendedor a un contrato de una tienda ni tener que sacar la patente comercial ni ninguna cuestión", explica el emprendedor.
Las opciones son un "cubo" o espacio en la tienda en Vitacura de tres tamaños distintos y con arriendos trimestrales de hasta 12 meses de reserva, donde Bazar Modular se hace cargo de todo lo que conlleva gestionar una tienda: la administración, personal de venta, etc.
Cereceda destaca que esta idea le permite a quienes realizan ventas a través de redes sociales, puedan arrendar los espacios donde los clientes van a retirar los productos que han comprado o realizar el pago ahí mismo donde Bazar Modular se lleva un porcentaje de las ventas para costear los servicios asociados como cobros de Transbank.
Y sobre todo, pone en "regla" a los emprendedores frente al Servicio de Impuestos Internos ya que muchos de estos pequeños vendedores online no dan boleta y por ende no pagan IVA.
"Nosotros trabajamos en línea con SII y pagamos todos los impuestos a nombre del emprendedor, quedando así en norma", apunta.
Según Cereceda, otra cosa que hace de Bazar Modular especial es que es un comercio colaborativo y colectivo a la vez, que lo diferencia de un local tradicional. "Tú tienes a 80 personas metidos en un sólo lugar con sus respectivas marcas diciendo a sus propias redes sociales que vayan a la tienda", explica.
Bazar Modular ofrece además otros servicios para potenciar la marca de los "bazaristas", y sus socios esperan abrir un segundo local en Providencia.
Ropa nueva pero usada
Una idea similar es Unique Bazaar que recibe tu ropa usada, pero a diferencia de venderla a la tienda y la tienda la revende a los clientes, en este local de Orrego Luco tu dejas tu ropa en consignación.
"La gente entrega la ropa en los puntos de entrega que nosotros tenemos, (...) y a medida que vendiendo la ropa se le va depositando a cada persona todos los meses lo que ha vendido ese mes", dice Macarena Mujica, creadora y dueña del bazar.
Empezó por vender su propia ropa y la de sus amigas en un "showroom" casero. Con el tiempo se empezó a masificar y arrendaba oficinas para cada cierto tiempo realizar ventas de vestuario usado. Finalmente creció a tener el local permanente en Providencia y dos "showrooms" mensuales para sus clientas registradas y seguidoras en Facebook.
La ropa pasa por el siguiente proceso. La clienta tiene una prenda de mujer adulta de marcas como H&M, Topshop, Zara, Mango, Forever 21, entre otras de ese tipo, y que no tenga más de tres años de antigüedad y este en perfectas condiciones, y la va a dejar a los puntos de entrega. Ahí tiene que pasar por los ojos de Macarena.
El último (criterio de selección) es el de la emprendedora ya que ella "tiene que armar una colección coherente" con respecto a lo que sus clientas ya conocen.
Luego de ser seleccionada, la prenda se lanza en las colecciones durante uno de los dos "showrooms" mensuales y ahí pasan, de no ser vendidas, al local establecido. La prenda que no se vende rota entre estas dos modalidades hasta que si no pasa la liquidación de temporada de 50% de descuento, la ropa puede ser devuelta o donada, según lo determina su dueña original.
Según Mujica, el elemento que lo hace diferente no es la modalidad de consignación si no que el nicho al que apunta, que es lo que potencia con su selección. "Lo mío es súper específico: es retail actual que podría estar ahora en Zara o H&M colgado pero está acá", dice pero en vez de a $20 mil pesos, por ejemplo, se puede encontrar a $8 mil.
"La idea es que el precio sea demasiado tentador. Que la clienta diga 'una polera Topshop que está a $4 mil, imposible no llevármelo'", puntualiza la emprendedora.
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