SANTIAGO.- Daniel Cárcamo partió con 600 mil pesos. Ese fue la plata que le prestó su abuela, con el compromiso de pagársela en cuotas, para iniciar su pequeño emprendimiento de juegos inflables y animaciones.
Vio la oportunidad mientras estudiaba ingeniería comercial y pituteaba como payaso en fiestas de cumpleaños. "Fue a mediados de 2011. El tema me llamó la atención porque (los productores) cobraban bien por arrendar los inflables, y uno sacando cuentas ganaba lo de la animación nomás".
Así, aunque no tenía nada, decidió arriesgarse y se ofreció para animar la fiesta de los niños en la empresa de su mamá. "Con la cotización lista y la plata que le conseguí a mi abuelita, saqué unos juegos malos, pero con harta fe". Y tenía todo listo para el debut. Pero a última hora se canceló el evento. "Casi me fui a pique, no lo podía creer", recuerda Daniel.
Una oportunidad de independizarse
Emprender siempre es un riesgo, pese a ello los chilenos se atreven en momentos en que la economía genera poco trabajo formal. La cifra de desempleo subió al 6,8 por ciento durante el trimestre móvil marzo-mayo de este año, según el Instituto Nacional de Estadística (es el más alto en Chile desde el periodo septiembre-noviembre de 2011).En ese contexto, el empleo por cuenta propia surge como una oportunidad para generar ingresos. De hecho, casi el 70% de los nuevos puestos de trabajo corresponde a esta categoría en desmedro del empleo asalariado. La creatividad y la disciplina son claves para mejor las remuneraciones mes a mes cuando se opta por esta modalidad con el fin de emprender.
Daniel Cárcamo:
"Con la plata que le conseguí a mi abuelita, saqué unos juegos malos, pero con harta fe"
Daniel Cárcamo dice que pese al revés inicial, se mantuvo firme. Más oportunidades iban a llegar considerando que siempre hay cumpleaños y fiestas, y hoy los chilenos, de todas clases sociales, están dispuestos a invertir en sus eventos familiares. Lo mismo ocurre con las empresas. Y tener juegos inflables, con camas elásticas, carritos de algodón o cabritas, asegura una celebración más significativa y memorable.
"Hace tiempo que le devolví el préstamo a mi abuela y hoy tengo más juegos para ir donde me llamen", dice feliz, porque además de independiente también generar empleo para otras personas en su productora
Cumple Feliz.
El caso de Melisa Vera es similar. Tras ocho años dejó la empresa en la que trabajaba como ejecutiva de ventas de suscripciones. Decidida a emprender, se animó en el mundo de los inflables al arrendar juegos para los cumpleaños de sus hijos.
"Invertí dos millones de mi finiquito y compre juegos, entre ellos el de un castillo. Y me empecé a promocionar por internet, en Facebook", relata.
Melisa Vera:
"Sobre todo a las mujeres y dueñas de casa, les recomiendo que se atrevan a emprender en este rubro o cualquier otro"
Dice que el trabajo duro es en los fines de semana. Y que ella y pareja, buscan entregar un servicio de calidad. Con eso han ganado prestigio. "Costó, pero la inversión la recuperamos el primer año, y hoy tenemos mucha clientela. Como hay varios dedicados a esto, no van a muchos lugares, como las zonas rojas. Nosotros vamos a cualquier parte, y la gente que nos contrata ayuda mucho, se comprometen y cuidan los juegos".
Esta actitud, dice Melisa, los llevó a tener una experiencia muy gratificante. "Una vez nos contactó una persona que no había podido lograr el arriendo de juegos, porque era para la celebración del día del niño dentro de la Cárcel de Mujeres. Fue algo muy bueno, fue un buen contrato y los niños estaban felices. Después no se quería ir y hubo muchos niños que lloraban al despedirse de sus mamás. Yo, de todas maneras, sobre todo a las mujeres y dueñas de casa, les recomiendo que se atrevan a emprender en este rubro o cualquier otro. Es sacrificado pero tiene recompensas".
Claves para recuperar la inversión
Juan Ignacio Cerda es el gerente general de
Chile Inflable, una de las empresas más grandes del país que arrienda, repara y vende este tipo de juegos, los que importa desde China. Dice que él también partió como Daniel Cárcamo y Melisa Vera, con muchas ganas de emprender y tener su propio negocio, siendo clave la constancia.
"Cuando partí, en Chile este tipo de juegos no eran de uso masivo, porque su arriendo era muy caro", señala. "Los juegos se adquirían en Argentina, y siempre había problemas con los proveedores de ese país. A veces, pese a que se pagaban, no aparecían los juegos".
Como en cualquier otro negocio serio, Cerda dice que hay que ser puntuales con los clientes, llegar con los juegos limpios y estar preparados para los imprevistos. Además, este mercado es transversal, tanto para los que ofrecen como para los que demandan los juegos para sus eventos y fiestas.
Juan Ignacio Cerda:
"He tenido clientes que en mes recuperan lo invertido"
"He visto personas desde 15 años hasta 70, que se animan a emprender. Una pareja de abuelitos de Puerto Montt, que tienen una sala con quinchos, nos compraron juegos inflables para sus clientes. Esto se adapta a cualquier actividad recreativa", señala.
Respecto del retorno de la inversión, agrega que eso dependerá del empeño y característica de cada persona. "He tenido clientes que en mes recuperan lo invertido y otros que no lo hacen, y terminan vendiendo los juegos".
En el caso de su empresa, dice que Chile Inflable quiere seguir expandiéndose y pronto abrirán un sucursal en Perú.
