La medida, presentada este miércoles por el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, busca la reducción de un 60% de las emisiones globales contaminantes de la Región Metropolitana y se aplicará entre lunes y viernes restringiendo dos dígitos por día y cuatro en episodios de contaminación más críticos.
A pesar de que los ejecutivos de diversas marcas de automóviles comentaron a Emol que no creen que haya un aumento significativo en los precios de vehículos nuevos, recalcaron que saben que la demanda irá al alza, lo cual "sin duda va a impulsar la venta inmediata de unidades 2017 en la capital, de hecho los autos chinos en cuatro o cinco meses creemos aumentarán sus ventas en 30%", comenta una fuente automotriz.
Sin embargo, los trabajadores que llevan en el rubro más de 15 años recalcaron que el mayor problema se presentará en el mercado de autos usados, donde las automotoras deberán recurrir a diversas estrategias para poder vender los vehículos que tienen y que son más antiguos que los modelo 2012, es más, confiesan no saber si seguirán aceptando recibirlos.
"Le vamos a tener que dar nuevos precios al cliente y mandar a regiones casi todo el stock previo a esa fecha", indicó un ejecutivo de ventas de autos usados. "Todo es muy reciente pero estamos evaluando bajar los precios actuales entre 5% y 10% más para poder venderlos… y cuando traigan el auto en parte de pago y éste tenga la nueva restricción permanente tendremos que 'castigarlos', pero aún no sabemos en cuánto (...) quizás no los sigamos recibiendo de hecho, no es negocio para nosotros".
Entre 5% y 10%
podrían bajar los precios de autos usados
De no ser aceptados por las automotoras, 1.780.000 vehículos quedarían prácticamente sin posibilidad de ser vendidos dentro de la Región Metropolitana y sus dueños deberán encontrar posibles compradores en regiones, debido a que no se aplicará la nueva norma para ellas, pero todos los entrevistados -que prefirieron no ser identificados- coinciden en que "el precio deberá ser inferior al que habrían podido aspirar antes".
Carlos Dumay, presidente de la Cámara Nacional de Comercio Automotriz de Chile (Cavem), se muestra cauto ante esta situación y descarta que las empresas que venden usados dejen de recibirlos, ya que "viene mucha gente de provincia a comprar autos a Santiago", pero destaca que aún es muy pronto para poder saber cuál será el efecto real de la medida y que "hay que ver cómo evoluciona el mercado paso a paso".
Por otra parte, el encargado de ventas de una marca japonesa destacó que "sin duda, esto afectará negativamente al cliente y a la clase media, cuando vengan y compren dejando su auto en parte de pago, vamos a estar con otra disposición con respecto a su auto si éste es de antes de 2012", y agregó que "su depreciación va a ser mucho mayor que la que hay hoy, que ya es en torno al 8%".
A la restricción vehicular también se suman las motocicletas, afectando a aquellas que fueron inscritas con anterioridad a mayo de 2010. Frente a esto, dos vendedores de una empresa que vende este tipo de transporte, confesaron sentirse indignados con la medida, ya que "claramente una moto contamina muchísimo menos que un auto, además ayuda a descongestionar".
Cabe destacar que, en caso de que la demanda por comprar vehículos nuevos aumentara y se concretara en mayores ventas para el sector, las cifras podrían a cifras récord para el mercado chileno. Lo anterior debido a que las
ventas aumentaron un 12,9% en septiembre en comparación con el mismo mes del año pasado y, de seguir así, se podrían superar los 300 mil vehículos vendidos por año.
