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Santiago: Jueves 18 de abril del 2024 | Actualizado 14:24
| Lo bueno |
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Una de las cosas positivas que deja este año es el alto consenso que existe sobre la posibilidad que la economía global retome mayor crecimiento el próximo año, luego que en 2016 se alcanzara el peor desempeño desde la crisis subprime. Esto podría traer externalidades positivas al país y, en el margen, contribuiría a que el crecimiento local mejore en 2017. |
En un año en el cual la economía iba de más a menos, en el que estamos ad portas de tener elecciones presidenciales y parlamentarias y tuvimos elecciones municipales, el ministro de Hacienda fue capaz, en un Presupuesto austero, de ratificar el compromiso de Chile con una institucionalidad que proteja las cuentas fiscales. |
Los resultados de las licitaciones de energía que auguran menores precios. Además, del compromiso de las autoridades por un gasto público que crece bastante menos que los años previos. |
Se ha instalado la necesidad y relevancia de mejorar la productividad para reimpulsar el crecimiento sostenido. |
Es difícil encontrar resultados positivos frente a una economía que se espera crezca como un 1,5% este año. Lo bueno va por el lado del intento de ministro de Hacienda por dar señales de seriedad y responsabilidad Fiscal. |
El manejo profesional del Banco Central que ha permitido mantener los equilibrios macroeconómicos. |
Se ha tomado conciencia, primero, en el compromiso de una política fiscal sana, saludable y convergiendo gradualmente hacia un balance estructural. Creo que en ese sentido, el ministro de Hacienda hizo buen trabajo y eso fue bien internalizado. |
El hecho de que la tasa de desempleo, a pesar del bajo dinamismo, se ha mantenido en niveles muy acotados. La calidad del empleo, no obstante, es algo que debemos empezar a mirar con más cuidado. |
En un contexto de pocas buenas noticias, podemos mencionar la designación de Mario Marcel como presidente del Banco Central, que asegura la continuidad y seriedad de la política del instituto emisor. Menciones honrosas al proceso de licitación eléctrica y a la incorporación de las ERNC a la matriz energética. |
| Lo malo |
Creo que la principal preocupación que nos deja este año es el bajo crecimiento económico, que nos lleva a tener el peor trienio desde mediados de los años 80. Tanto la duración de este ciclo negativo, como la ausencia de señales concretas de recuperación de la inversión sugieren que esta desaceleración tiene un componente estructural no menor, lo cual implica redoblar esfuerzos locales para aumentar la tasa de crecimiento del país. |
El problema de desconfianza que se comenzó a gestar a fines de 2013 y que se tradujo en una caída generalizada de la inversión en la economía chilena, no sólo la minera. No sólo no se revirtió en 2016, sino que además se profundizó, y terminamos con un crecimiento que será de los más bajos de los últimos años. |
El intenso ajuste del sector minero así como el lento dinamismo de la inversión debido a las expectativas de personas y empresas. |
Seguimos con expectativas deprimidas, inversión estancada y mal desempeño económico. |
El deterioro de las confianzas que permean a toda la economía, es lo más malo del año y me parece que se debe analizar seriamente qué hacer para recuperarla. También, Fitch redujo las perspectivas del país a “negativo”, ante la desaceleración. |
Fue un año de muy bajo crecimiento, explicado principalmente por la caída en la industria minera y construcción, las bajas expectativas y un escenario externo de alta volatilidad. La inversión se contrajo fuertemente y se estacaron las contrataciones y remuneraciones. |
No se logró la reactivar la confianza, las expectativas continuaron deterioradas, las señales en materia de inversión y crecimiento no fueron suficientes para reactivar la economía. |
El año quedará marcado por un deterioro aún mayor en la confianza de las personas hacia el modelo económico. De hecho, el año finaliza con la noticia de un nuevo caso de colusión en el mercado nacional. Por otro lado, el país cerrará con un crecimiento económico muy bajo; así, nuevamente Chile terminará expandiéndose menos que el mundo. |
El deterioro de la situación fiscal y la caída en el precio del cobre, en un contexto de magro crecimiento y con un alto factor de incertidumbre por las reformas. Esto sumado al cambio de la perspectiva desde "estable" a "negativa" que hizo la clasificadora de riesgo Fitch. |
| Proyecciones 2017 |
Las preocupaciones para el próximo año provienen del escenario externo, más aún al considerar la gran apertura que tiene la economía chilena. Elementos como el desenlace y la forma que tomará Brexit, la implementación y efectos de la nueva agenda económica en EE.UU. y los resultados de elecciones presidenciales en varios países en Europa, son sólo algunos de los elementos que generan preocupaciones. |
Muy probablemente será un mejor año para Chile en el ámbito internacional: al menos el resto del mundo no nos va a perjudicar como en 2014. Internamente, una señal que podría ayudar a la recuperación es que tengamos señales de que el próximo Gobierno haga política pública de una manera más parecida a como se hacía en este país hasta 2014 o 2013 a la que se ha hecho en los últimos tres años. |
La expansión de la economía chilena será mayor a la de 2016, pero no diferente a la de años previos (2,0%). La inflación terminará en el centro del rango meta del Banco Central, y espero que vaya mejorando paulatinamente la calidad de nuestro mercado laboral. |
Será un año parecido a este, de crecimiento bajo, inversión plana y con algo más de incertidumbre. Podríamos lograr un cambio de rumbo, tomando medidas pro crecimiento que mejoren las expectativas y reactiven la economía. |
Un 2% de crecimiento y un tipo de cambio más depreciado que el actual. Las cifras de desempleo y calidad del mismo debieran verse afectados por la reforma laboral. |
El próximo año se espera una tasa de crecimiento mayor al 2016, del orden de 2,5%. Un panorama internacional con mayor demanda de cobre, cuestión que impactará positivamente en las exportaciones netas, expectativas e inversiones locales. |
Vemos un crecimiento de 1,9%, ligeramente mayor al experimentado este año, con un segundo semestre algo más dinámico. Pero estamos viendo una reactivación significativa recién hacia 2018, con un foco más fuerte en crecimiento e inversión. |
El crecimiento económico mundial se mantendrá fuerte, y como país continuaremos creciendo menos en términos relativos, lo cual creo es preocupante. El desafío es hasta qué punto la importancia del crecimiento se instalará en el debate, y más importante aún, cómo esto se traducirá en medidas contundentes que permitan generar un punto de inflexión al anémico crecimiento que exhibe nuestra economía. |
En línea con las proyecciones del Banco Central, la economía local no debería superar el rango proyectado de entre 1,5% a 2,5%. Es decir, se mantendrá un bajo de ritmo de crecimiento, perdiendo el liderazgo frente a otros países de Latinoamérica. |
Rodrigo Aravena González
Raphael Bergoeing
Felipe Bravo
Joanna Davidovich
Carolina Grünwald
Luz María Koch
Sergio Lehamm
Rodrigo Montero
Mikel Uriarte
