SANTIAGO.- En medio de la catástrofe generada por incendios que afectan a la zona centro-sur del país, y la debilitada economía chilena, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, desechó el plan de enviar una Ley de reconstrucción similar a la del 27/F, con lo que el Gobierno priorizó optar por las reasignaciones de gastos.
"La Ley de Piñera no fue para gastar, sino que fue para atraer recursos" a través de la subida de impuestos, sostuvo el secretario de Estado. Además, fue tajante en la idea de no subir nuevamente los impuestos: "Nosotros descartamos la creación de una ley porque tenemos los fondos soberanos para actuar".
¿Es la mejor opción obtener los recursos a través de reasignación de presupuesto?
Para la investigadora del programa legislativo de Libertad y Desarrollo, Cristina Torres, lo es. "Lo más lógico, ante una época de de reducción o austeridad presupuestaria, es ser más eficaz en el gasto, entonces, debemos apretarnos el cinturón y, con lo que tenemos, ver hasta dónde podemos llegar", dijo Torres.
Asimismo, el investigador de Clapes UC, Juan Bravo, indicó que lo primero que se tiene que hacer para "no incrementar tanto el gasto",dado el estrecho contexto fiscal, es reasignar presupuesto y "recortar éste de cosas menos prioritarias".
¿Desde dónde se reasignan estos montos?
Torres aseguró que estos recursos “se pueden reasignar desde dónde se quiera. Aquí lo que se hace es que, por ejemplo, se puede reducir en un 2% el gasto corriente de bienes y servicios de consumo, sacas el dinero y lo pones en un pozo de plata y eso lo ocupas. O puedes reasignar respecto de un programa en particular que este año no se va a ejecutar”.
La experta explicó que lo más "recomendable” es que las reasignaciones se hagan a través "del gasto corriente, que es el gasto en el funcionamiento de los servicios, y no en el gasto de capital que es el asociado a inversión".
Agregó que "eso se tiene que ejecutar vía programas existentes, por ejemplo, poniendo los fondos en la Subsecretaría del Interior en donde hay un programa para atender damnificados o ejecutarlo en programas de vivienda u otro tipo de cosas. Ahí el Ejecutivo tiene que ver cómo elabora ese gasto fiscal".
Pero la investigadora afirmó que se debe "cumplir con los límites de lo que son las reasignaciones presupuestarias", en ese sentido, "el decreto de ley de administración financiera del Estado es bien riguroso en decir desde dónde y cómo reasignar; no hay completa libertad para hacerlo, pero sí hay flexibilidad en el entendido de que el presupuesto es una estimación de ingresos y gastos".
Por su parte, Bravo admitió que la eficacia de las reasignaciones va a depender de la magnitud del daño. "El espacio de reasignación igual es limitado, claro que siempre se puede hacer algo, pero no hay mucho, entonces va a depender del monto que se calcule".
Otros medios para financiar la reconstrucción
El mismo Valdés dijo que lo primero es reasignar, pero eso "probablemente no alcance, pero la verdad es que tenemos recursos de sobra para atacar este problema".
Asimismo, Bravo explicó que no "se puede descartar el endeudamiento, ya que las condiciones quizá no son tan buenas como hace uno o dos años".
En ese sentido, el investigador entiende que existen otras alternativas, como usar fondos soberanos o utilizar el Fondo de Estabilización Económica y Social "que tiene US$14 mil millones, ahí hay otra opción: liquidar recursos de ahí".
Además, “tenemos un tipo de cambio todavía bastante bajo, entonces, los efectos a la apreciación que generaría liquidar dólares de ese fondo en realidad, en este momento, no sería problema”.
Otra opción, según Bravo, es ir a los mercados y endeudarse, Esto "puede ser una buena alternativa en el sentido de que, a pesar que han subido las tasas de interés internacionales, todavía están relativamente bajas”, sostuvo.
En el caso de utilizar el 2% constitucional, Bravo precisó en que esto es "siempre es una opción”, pero, al parecer, no sería necesario ya que políticamente “no se van a negar los recursos” para la reconstrucción, como sí se dio con el tema del Transantiago -última vez que se utilizó el 2%-, en donde se “rechazó la Ley para que llegaran los recursos".
En esa misma linea, el ministro de Hacienda indicó que "nunca se ha usado el 2% para ninguna de las calamidades naturales que hemos tenido en democracia, por lo tanto, no es necesario usarlo, pero sí es un mecanismo posible".