SANTIAGO.- Luego de unas breves vacaciones, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, volvió ayer a sus labores y a ordenar la agenda para el intenso trabajo legislativo que se viene en marzo.
Durante enero y febrero, tuvo que enfrentarse a una dura contingencia por los incendios del centro-sur del país y tomar decisiones de reasignación de platas para enfrentar la catástrofe, así como explicar la subejecución presupuestaria de 2016 y la baja que anunció Standard & Poor's a la perspectiva de riesgo de Chile.
En las próximas semanas, los desafíos no serán menores. Economistas y parlamentarios delinean en qué prioridades Hacienda tendrá que enfocarse en lo que viene.
Según informa
"El Mercurio", la primera de ellas sigue siendo el crecimiento económico, tras conocerse un magro avance de 1,5% para 2016.
"El desafío de Rodrigo Valdés sigue siendo el mismo que tiene desde que asumió, que es tratar de recuperar el crecimiento de la economía y dar señales positivas en ese sentido", dice Cecilia Cifuentes, economista e investigadora del Centro de Estudios Financieros del ESE Business School.
El otro rol importante de Hacienda a partir de marzo será mesurar los proyectos de ley en trámite para que no sean iniciativas con señales negativas en términos de crecimiento. En ese sentido, destaca el proyecto que crea un Fondo de Infraestructura, que está en su primer trámite constitucional desde el año pasado y que sería prioritario para el Gobierno.
"Este puede terminar siendo un buen o mal proyecto, depende del rol de Hacienda en ello", agrega la economista. También menciona la reforma al Código de Aguas, "que puede generar bastante ruido" y el desarrollo del proyecto de Educación Superior.
Por su parte, Gonzalo Sanhueza, economista de Econsult RS dice que el primer desafío del titular de Hacienda es hacer los esfuerzos fiscales que se necesiten para mantener la clasificación de riesgo del país.
Aparte de la "advertencia" de la agencia S&P, a fines del año pasado Fitch también le bajó la perspectiva a la nota crediticia de Chile de "estable" a "negativa". "Si nos llegan a recortar la nota, habrá un aumento en el costo de fondo tanto para el Gobierno, que tiene una deuda acumulada de unos US$50 mil millones como para las empresas públicas y el sector privado. Nos va a costar más el financiamiento externo y eso terminará afectando a la inversión", dice el economista. La deuda pública llegó en 2016 a 21,4% del PIB, su mayor nivel desde 1994.
Para evitar dicho efecto, Sanhueza sugiere seguir reduciendo el déficit fiscal y hacer otro ajuste fiscal en 2018 y priorizar el crecimiento económico, dado que Chile cumplió cuatro años con expansión lenta y el bajo dinamismo es uno de los factores mirados por las agencias.
Una visión similar tiene Alejandro Fernández, economista de Gemines Consultores: "La prioridad uno, dos y tres debería ser fiscal: asegurarse de que se cumplan las metas fiscales, institucionalizar el Consejo Fiscal Asesor y restablecer la credibilidad de la meta estructural", sostiene.
Sanhueza también menciona el tema de la implementación de la reforma laboral, que estará en régimen en abril de este año. Aunque el tema no depende directamente de Hacienda, Sanhueza dice que es necesario que la cartera lo monitoree dado el impacto que puede tener en el empleo. "Hay que ver los efectos macro de la reforma laboral en un año en que las perspectivas de crecimiento son bajas", dice.
Por último, agrega que es relevante zanjar respecto a un eventual proyecto de reforma previsional, dado que es un debate que se abrió el año pasado donde hay muchas propuestas sobre la mesa y aun está abierto.
Cristóbal Gamboni, economista de BBVA Research, dice que hay que seguir atento a la trayectoria de convergencia hacia el balance estructural. Con el cierre preliminar de 2016, el déficit estructural llegaría a 1,6% del PIB, inferior al 1,7% del PIB proyectado por Hacienda. La meta era reducirlo a 1,5% del PIB y hay que saber si seguirán en esa trayectoria o establecerán otra más profunda.
Dice que también es necesario conocer los cálculos de Hacienda para saber la cantidad de ingresos efectivos que generará el mayor precio del cobre a las arcas fiscales. A fines de octubre del año pasado, el cobre se cotizaba en US$2,09 la libra y ayer cerró a US 2,72 la libra.
"También sería bueno saber cómo van a incorporar los gastos de la reconstrucción después de los incendios", finaliza.
