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Empleados de Uber denuncian una cultura de trabajo abusiva por parte de la compañía

Un reportaje publicado por The New York Times recogió testimonios sobre acoso sexual y violencia cometida por parte de algunos mandos altos de la empresa en Estados Unidos.

02 de Marzo de 2017 | 15:22 | Por Mike Isaac, The New York Times
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The New York Times
SAN FRANCISCO.- Cuando los nuevos empleados llegan a Uber, les piden que se apeguen a 14 valores centrales de la empresa, entre ellos hacer apuestas audaces, estar "obsesionados" con el cliente y "trabajar muy arduamente". Enfatiza sobre todo la "meritocracia": la idea de que los mejores y más brillantes ascenderán con base en su esfuerzo, aunque eso signifique pasar por encima de los demás.

Esos valores han ayudado a Uber a tener una de las historias de éxito más grandes de Silicon Valley. Según inversionistas privados, la empresa tiene un valor cercano a los US$70.000 millones y ahora opera en más de 70 países.

Sin embargo, su enfoque de esforzarse para obtener el mejor resultado también ha provocado que los empleados de Uber describan el ambiente de la empresa como "hobbesiano", en el que los trabajadores a menudo se enfrentan unos a otros y se ignoran las infracciones de los mejores.

Entrevistas con más de 30 trabajadores actuales y antiguos de Uber, así como la revisión de correos electrónicos internos, registros de chat y el audio de reuniones grabadas, brindan un panorama de una cultura de trabajo desenfrenada.

Entre las acusaciones más atroces por parte de los empleados, que fueron testigos o sufrieron incidentes y pidieron conservar el anonimato por los acuerdos de confidencialidad, se encuentran estas: un gerente de Uber tocó los senos de sus compañeras en un retiro de la empresa en Las Vegas; un director gritó ofensas homofóbicas a un subordinado durante una confrontación en una reunión. Otro gerente amenazó con golpear en la cabeza a un empleado de bajo rendimiento utilizando un bate de béisbol.

Hasta ahora sólo eran rumores en Silicon Valley. Pero Susan Fowler, una ingeniera que se fue de Uber en diciembre, publicó una entrada de blog sobre el tiempo que pasó en la empresa. Detalló un historial de discriminación y acoso sexual por parte de sus jefes; además, dijo que el departamento de recursos humanos ignoró esas acusaciones. Fowler dijo que este tipo de comportamiento era promovido por los dirigentes de la compañía.

"Parecía que cada gerente estaba peleando con sus compañeros e intentando socavar a su supervisor directo con tal de tener ese puesto (...) Estos gerentes no hacían intento alguno por ocultar lo que estaban haciendo", escribió Fowler.

Sus revelaciones han generado preocupación por lo poco amigables que pueden ser los lugares de trabajo en Silicon Valley para las mujeres, y la situación también provocó una crisis interna en Uber.

El director ejecutivo de la empresa, Travis Kalanick, ha abierto una investigación interna sobre las acusaciones y ha traído a Arianna Huffington, integrante del consejo de Uber, y al ex fiscal general Eric H. Holder para que revisen los problemas de acoso, así como al departamento de recursos humanos.

Kalanick y otros ejecutivos sostuvieron una reunión general de 90 minutos durante la cual se vieron asediados por decenas de preguntas y peticiones por parte de empleados que estaban horrorizados —o que se identificaban mucho— con lo que relató Fowler, y exigieron cambios.

El suceso fue descrito por cinco asistentes como un momento emotivo y, según un video de la reunión que The New York Times pudo ver, Kalanick se disculpó con los empleados por dejar que la empresa y su cultura de trabajo llegaran a ese punto. "Lo que puedo prometerles es que mejoraré cada día", dijo. "Puedo decirles que estoy dedicado total y auténticamente a llegar al fondo del asunto".

Como director ejecutivo, Kalanick ha dictado las pautas de Uber durante mucho tiempo. Con 40 años, ha dado muestras mordaces de su ego: en un artículo de GQ en 2014, se refirió a Uber como "Boob-er", una referencia en inglés a los senos pues, según él, la empresa lo ha ayudado a atraer mujeres.

Uber enfrenta tres demandas en al menos dos países por parte de antiguos empleados, quienes alegan haber sufrido acoso sexual o abuso verbal por parte de gerentes, según documentos legales que revisó The New York Times. Otros empleados y ex empleados dijeron que estaban considerando iniciar acciones legales contra la empresa.

Liane Hornsey, la encargada de recursos humanos en Uber, dijo en una declaración: "Estamos completamente comprometidos con curar las heridas del pasado y construir una mejor cultura de trabajo para todos".

Desde el comienzo

La cultura agresiva de trabajo comenzó con su fundación en 2009. Para crecer rápidamente, Uber mantuvo su estructura descentralizada y así enfatizó la autonomía entre oficinas regionales. Se anima a los gerentes generales a que sean ellos mismo, otro de los principales valores de Uber, y se les empodera para tomar decisiones sin la supervisión intensa de las oficinas centrales de San Francisco. La prioridad principal: lograr metas de crecimiento e ingresos.

Conforme contrataron a más personas, su política interna se hizo más compleja. Avanzar, dijeron los empleados, a menudo involucraba socavar a los líderes de los departamentos o a sus colegas.

Trabajadores como Fowler, quienes avisaron a recursos humanos sobre sus problemas, dijeron que a menudo los dejaban desamparados. Ella y otra media decena de empleados dijeron que recursos humanos a menudo justificaba a quienes tenían mejor desempeño gracias a su habilidad de mejorar el negocio. A veces, los gerentes problemáticos, objeto de numerosas quejas, eran asignados a distintas regiones; los despidos eran menos comunes.

Al parecer, un grupo en particular era inmune al escrutinio interno, dijeron empleados y ex empleados. Los miembros de ese grupo, llamado A-Team y compuesto por ejecutivos cercanos a Kalanick, no tenían por qué rendir cuentas de sus actos.

La cultura agresiva de trabajo de Uber se reveló en una reunión general global a fines de 2015 en Las Vegas, en la que la empresa contrató a Beyoncé para que se presentara en el bar de la azotea del Palms Hotel. Entre bebidas y apuestas, los empleados consumieron cocaína en los baños de las fiestas privadas, dijeron tres asistentes, y un gerente hizo tocaciones a varias empleadas. Fue despedido en un lapso de 12 horas).

Desde que Fowler publicó su entrada de blog, varios empleados han dicho que están considerando irse de la empresa. Algunos están esperando a que les llegue su plan de compensación que consiste en unidades accionarias. Otros dijeron que habían comenzado a enviar currículos a empresas rivales.

No obstante, otros empleados dijeron que tenían la esperanza de que Uber cambiara. Kalanick ha prometido entregar un informe de diversidad para detallar de mejor manera el número de mujeres y minorías que trabajan en Uber, y la empresa tendrá sesiones de escucha con empleados.

En la reunión general del martes, Arianna Huffington también prometió que la empresa tendría otro cambio. De acuerdo con los asistentes y el video de la reunión, Huffington dijo que ya no contratarían a "imbéciles brillantes".
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