NUEVA YORK.-La gigante franco-suizo LafargeHolcim dijo estar lista para vender cemento para proyectos de infraestructura en Estados Unidos, incluyendo el polémico muro que el Presidente, Donald Trump, pretende levantar en la frontera con México para evitar la inmigración clandestina.
El proyecto, de un costo estimado de varias decenas de miles de millones de dólares, está en el centro de una crisis diplomática entre México y Washington, lo que ha suscitado críticas en todo el mundo.
El presidente de la compañía, Eric Olsen, afirmó que "estamos listos para entregar materiales de construcción para todos los tipos de proyectos de infraestructura en Estados Unidos".
"Somos la primera cementera en Estados Unidos. Estamos aquí para apoyar la construcción y el desarrollo del país", explicó el empresario.
Interrogado sobre eventuales consecuencias de esta iniciativa sobre la reputación del grupo, Olsen se limitó a afirmar que no hace política.
"Estamos aquí (en Estados Unidos) para servir a nuestros clientes y para responder a sus necesidades. No somos una organización política", insistió.
Olsen rechazó expresarse sobre la financiación indirecta por Lafarge, en 2013 y 2014, de grupos armados que operan en Siria con el fin de mantener en actividad a una de sus cementeras en ese país en guerra desde 2011.
Posible Boicot
El empresario defiende la misma postura respecto a una eventual victoria de la candidata de extrema derecha Marine Le Pen en las elecciones presidenciales francesas de abril-mayo próximos, una perspectiva que preocupa cada vez más a los medios financieros y de negocios internacionales.
La compañía se encuentra de esa manera al abrigo de un potencial boicot popular comparable al padecido por Uber tras su tímida reacción al decreto anti-inmigración adoptado por Donald Trump a fines de enero.
Por otro lado, la firma inrlandesa CRH,también presente en Estados Unidos, ya adelantó que no suministrará cemento para el muro ideado por el presidente estadounidense, que firmó el decreto de lanzamiento del proyecto el 25 de enero.
Para LafargeHolcim, nacida en 2015 de la fusión de la francesa Lafarge y la suiza Holcim, el "muro de Trump" representa una apuesta importante.
Creación de empleos
El grupo, que volvió a registrar ganancias en 2016 tras un año de pérdidas, debería anunciar en las próximas semanas la creación de nuevos puestos de trabajo en Estados Unidos. "No puedo dar la cifra exacta pero será importante", dijo Olsen.
LafargeHolcim dispone de sitios de producción en Texas y operaciones en Nuevo México y Arizona, tres de los cuatro estados fronterizos con México.
Por otro lado, acaba de construir dos nuevas fábricas en Maryland y Oklahoma y abrió nuevas filiales en los estados de Nueva York y Misuri, previendo el relanzamiento de la industria de la construcción, una tendencia ya visible.
Esta fuerte presencia del grupo en Estados Unidos puede hacer que la balanza se incline a su favor en su competencia con el grupo mexicano Cemex, hasta ahora gran favorito para adjudicarse el proyecto del muro.