SANTIAGO.- Hace sólo un mes y medio que Andrónico Luksic abrió su cuenta de Twitter y ya cuenta con más de 7 mil seguidores que pueden hablar directamente con el empresario a través de la red social.
Ante la popularidad que ha alcanzado el dueño de Quiñenco en esta plataforma, Jorge Awad es sincero: "No me gusta ver a Andrónico Luksic perdiendo el tiempo en Twitter".
Pero la crítica del saliente director del Banco de Chile es acompañada de una propuesta: "Creo que Andrónico Luksic es un empresario nato, la capacidad que tiene de ver cosas que otros no ven lo convierten en el Alexis Sánchez del empresariado chileno. Por eso me encantaría que las horas que le dedica a Twitter las dedicara a ser presidente de la CPC después del periodo de Alfredo Moreno", afirmó a
La Segunda.
Y recalcó: "Yo le digo 'menos Twitter' para verlo mucho más como un ciudadano empresario (...) Él tiene habilidades muchos más relevantes para el país y que podría estar muy traducidas en un rol de presidente de la CPC, donde ayudaría mucho a los nuevos empresarios".
Fin de un ciclo de Awad
Jorge Awad Mehech a sus 71 años comenzará el próximo jueves su retiro de la actividad profesional, tras estar ligado por 48 años a los directorios de algunas de las principales empresas del país. Abandonará tras 20 años el directorio del Banco de Chile.
Nieto de un inmigrante sirio que llegó a Chile en 1890, se tituló en 1968 como ingeniero comercial de la Universidad de Chile, luego pasó por el gobierno de Eduardo Frei Montalva, en 1971 fue candidato —sin éxito— a concejal (o regidor, en esos años) por Ñuñoa y después se volcó a la actividad privada sin parar hasta el día de hoy.
"Afortunadamente, en estos años de trabajo he logrado formar un capital que me permite retirarme tranquilo, sin necesidad de andar haciendo tonteras para sobrevivir", comenta desde su oficina en el barrio financiero de El Golf. Ahora se va a "concentrar en la vida académica" donde, por ejemplo, preside la junta directiva de la Universidad de Talca.
Casado con Jeanette Manzur (66), con quien tiene tres hijas: Janet, Gisela y Fabiola, Awad es reconocido en el sector empresarial por ser un hombre que se construyó solo y que se instaló en las grandes lides empresariales con un estilo propio, sin pelos en la lengua a la hora de decir lo que pensaba y que logró influir en la política y la economía, desde la presidencia de Icare o de Lan, o desde directorios como el de TVN, Codelco o el mismo Banco de Chile.
Polémico, divertido, disruptivo y bien contactado son alguno de los adjetivos con que lo definen sus pares. Y es que, como hombre público, ha defendido a los gobiernos de la ex Concertación, hoy Nueva Mayoría, disparado contra sus pares en los gremios empresariales y hasta justificó —desde la Asociación de Bancos— la reforma laboral, lo que al final le significó salir del gremio.