SANTIAGO.- "Diría que el costo más importante, es el costo de nuestras relaciones laborales con nuestros trabajadores... es lo que más nos preocupa, yo diría que ese es el costo más alto en ese proceso", comentó ayer el presidente de Minera Escondida, tras el fin de la huelga de 42 días que protagonizó el Sindicato N°1 -que agrupa a unos 2.500 trabajadores-, en el marco de la negociación colectiva.
Los trabajadores decidieron aplicar el artículo 369 del Código del Trabajo, dando por terminada la huelga legal y con esto el proceso de negociación colectiva reglada, sin lograr un reajuste ni un bono de término de conflicto.
Ahora vendrá un proceso de menos de 18 meses, antes del próximo proceso, en que las relaciones entre empleador y trabajadores, quedaron quebradas.
"Creo que dentro de las varias consecuencias que habrá por este desenlace, uno de los más importantes será el deterioro en las relaciones entre trabajadores y empresa. Tanto por el resquemor que seguramente quedó después de una negociación fallida como por dejar latente un conflicto que tendrá que volver a enfrentarse en 18 meses más, dijo Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de la Plusminig.
El experto planteó "que hay un riesgo muy alto de que en este periodo se vea afectada la producción debido a esta situación".
En la misma línea, Natalia Zúñiga, directora de marketing & comunicaciones de Randstad, dijo que sin duda puede verse determinada la productividad de la empresa. "Estos momentos de conflicto impactan en la cultura y clima organizacional y, por tanto en la satisfacción de los trabajadores, ligada como ya conocemos con la productividad".
"No llegar a un acuerdo siempre será una situación lamentable para todos aquellos involucrados. Y sin duda en situación de negociación juegan muchos factores internos y externos. El tema de las confianzas es fundamental. Y el de la comunicación, esencial. Luego de procesos complejos como éstos el clima es uno de los tantos factores que se ven impactados", sostuvo.
El psicólogo y académico de la Universidad Mayor, Carlos Canales, sostuvo que "acá el sindicato, que representa a los trabajadores, negocia cosas fundamentales y no ve satisfecha su necesidad, por otro lado la empresa tampoco, y es ahí donde se entra en conflicto y eso evidentemente lesiona las confianzas entre los actores fundamentales de la empresa, y eso puede tener incidencia en el clima organizacional".
En cuanto a cómo enfrentar esta situación, Zúñiga señaló que ideal sería que la compañía con los trabajadores no rompieran las comunicaciones, hasta que se inicie el próximo periodo de negociación, para buscar recomponer las confianzas entre ambas partes.
"La comunicación y la relación deben ser continuas con el objetivo de trabajar en las confianzas, manejando expectativas y estableciendo agendas conjuntas de trabajo", concluyó.
