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Exceso de compras de argentinos en Chile le reporta millonaria ganancia al fisco trasandino

Según cifras oficiales, el monto llega a unos US$23 millones anuales por sobrepasar el monto máximo de mercadería que ingresan los trasandinos a su país.

27 de Marzo de 2017 | 16:54 | La Nación, GDA
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Vladimir Bigorra, El Mercurio
SANTIAGO.- El tan mentado y temido efecto Chile tiene al menos un componente que da un leve respiro a las arcas argentinas: por las compras en el vecino país, se recaudan en la frontera nacional alrededor de 1 millón de pesos argentinos promedio por día (unos 42,4 millones de pesos chilenos), según datos oficiales.

Claro está que esa cifra queda chica frente al alicaído mercado local, sobre todo de Mendoza y las provincias limítrofes.

El monto que impacta en el fiscal nacional es de unos US$23 millones anuales en concepto del cobro del excedente en la franquicia de la mercadería legal que traen los argentinos tras sus escapadas a la nación trasandina, las cuales se han incrementado notablemente en el último año.

Las diferencias en los precios de los diferentes bienes y servicios generaron una avalancha de turistas que optan por cruzar la Cordillera para volver con el equipaje recargado.

El monto se duplica los fines de semana o los días feriados cuando más turistas deciden pasar unas "minivaciones" de shopping en el vecino país, donde existen diferencias de hasta 70% en los precios de los productos, según dio a conocer el diario local El Sol.

De hecho, se realizan promociones especiales que resultan en mercadería con valores finales aún más convenientes. Entre los artículos más demandados están los televisores LED (en promedio cuestan US$250), smartphones y calzado, además de todo tipo de indumentaria. Pero también se observa cada vez más la compra de mercadería en los supermercados, la que incluye también electrodomésticos.

Ante esta situación, la Dirección Nacional de Aduanas, dependiente de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), tiene contemplado el mecanismo de cobro en el Complejo Fronterizo Horcones cuando el pasajero sobrepasa el límite permitido de compras a importar.

En el caso del viajero por tierra el monto máximo por adulto es de US$150, mientras que por avión la franquicia es de hasta US$300 por persona. En cuanto a los menores, la cifra se reduce a la mitad, en ambos casos. De esta manera, una familia tipo -un matrimonio y dos hijos- tiene disponible para ingresar mercadería por un total de US$450 si viaja en auto o en bus y de US$900 si opta por un vuelo.

De sobrepasar estos montos, el Gobierno argentino dispone el cobro de un arancel del 35% sobre la diferencia excedida. Es en estos casos, donde las autoridades están evidenciando un incremento en los productos que los argentinos adquieren en Chile, por lo que la recaudación diaria oscila entre los 800 mil pesos y 1,5 millones de pesos argentinos por día, los cuales anualizados representan unos 365 millones de pesos (US$23 millones).

"No se puede comparar. Así te cobren el excedente, comprar en Chile es impresionante, por la calidad y la cantidad de productos que podés adquirir. Da gusto hacer shopping allá, sobre todo porque ahorrás. Por eso necesitamos que en nuestro país las cosas cambien de verdad y que los comercios dejen de aumentar y sepan hacer promociones", aseguró Natalia G., una mendocina, oriunda de Guaymallén, quien viajó este fin de semana a Santiago.

De hecho, durante el feriado que pasó (viernes 24 por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia) unas 35.000 personas decidieron cruzar la Cordillera, mientras que durante la temporada estival se registró un promedio diario de unos 2.000 autos particulares (entre 8.000 y 10.000 personas diarias), según las autoridades argentinas.

Los números del Servicio Nacional de Turismo de Chile (Sernatur) confirman esta tendencia para este año, con un promedio diario de 10.000 personas que ingresen a su territorio, lo que representaría un 30% más que el año pasado, cuando se registró un incremento de 80% en las ventas.

No obstante, lo que no dejan de provocar malestar entre los viajeros es la demora en cruzar la frontera, que en promedio es de tres a cinco horas, aunque se registraron casos en el verano de más de 10 horas de espera.