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Sebastián Edwards dice que la reducción de la jornada laboral hay que considerarla "con toda seriedad"

El economista de la Universidad de California calificó de "sorprendente" que la iniciativa no haya sido puesta sobre la mesa anteriormente e indicó que "cuando lo propuse en marzo de 2014, fue olímpicamente ignorado por el gobierno entrante".

10 de Abril de 2017 | 07:29 | Emol
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Manuel Herrera, El Mercurio
SANTIAGO.- El economista de la Universidad de California, Sebastián Edwards, se sumó también al debate sobre el proyecto de ley que presentó la diputada comunista Camila Vallejo que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales.

En una entrevista con "La Tercera" afirmó que se trata de una iniciativa que tendría efectos positivos en el mercado laboral, en la medida que vaya acompañada de flexibilidad y una reducción del número de feriados.

"Es una idea que hay que considerar con toda seriedad. De hecho, es sorprendente que no haya sido puesta sobre la mesa anteriormente. Cuando lo propuse en marzo de 2014, fue olímpicamente ignorado por el gobierno entrante. Por razones incomprensibles, el gobierno de la Presidenta Bachelet prefirió hacer una muy mala reforma laboral antes de tomar esta medida que hubiera beneficiado a todos los trabajadores chilenos, y especialmente a las mujeres".

"Si el proyecto se piensa con cuidado, y se implementa adecuadamente -dos cuestiones esenciales, y no menores -, puede llegar a producir efectos sumamente positivos. Sería un paso importante en la transición del país hacia la modernidad; no hay ningún país avanzado con semanas de 45 horas", añadió.

El economista mantiene la idea de que el efecto negativo se podría compensar con menos feriados y con negociaciones entre las partes para acomodar las jornadas: "El número de feriados en Chile es uno de los mayores en el mundo entero; hay muchos más que en México, el otro país latinoamericano en la Oecd. Muchos son feriados 'de Pinochet', implementados durante la dictadura para engraciarse con la Iglesia Católica. Una revisión de los asuetos hace mucho sentido, y sería una reafirmación del carácter laico del Estado chileno".

Explicó además que en esa columna indicó "que una reducción de la semana laboral a 40 horas debía ir acompañada de una flexibilización del mercado del trabajo, en particular de una normativa que permitiera mayor adaptabilidad pactada entre trabajadores individuales y empresas. Por razones que desafían toda lógica y racionalidad, el actual gobierno descartó introducir este tipo de acuerdos en la nueva legislación laboral".

"Cuando sugerí esta reforma en 2014, la economía chilena se encontraba en pleno auge, después de crecer por encima del 5% anual durante los años de Piñera. Ese era el momento propicio. Hacerlo hoy es más complicado, especialmente considerando que se va a crear un 5% de aporte del empleador a las pensiones"

Sebastián Edwards
Respecto a si lo ve políticamente factible se preguntó "¿por qué no? Debe ser considerada por los técnicos de las distintas candidaturas. Sé que meses atrás se le sugirió al ex presidente Lagos, y entiendo que el comando de Sebastián Piñera también la estaba considerando desde antes que la diputada Vallejo lo propusiera. De hecho, esta es una oportunidad para reformar la reforma laboral, antes de que haga daños severos".

Al comentarle que los economistas en general rechazan esta iniciativa, apuntó que se debe porque es "un proyecto estático y estrecho". "Lo que yo propongo es diferente, es un proyecto dinámico, con a lo menos dos componentes: una mayor flexibilidad laboral -vía adaptabilidad pactada-, y la reducción de la jornada. No concibo lo segundo sin lo primero. Solo se puede avanzar hacia la modernidad implementado políticas bien articuladas que permitan mayor libertad laboral y mayor flexibilidad", justificó.

Sobre lo que señaló el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, de que esta reducción elevaría el costo laboral en 12,5%, subrayó que el secretario de Estado "es uno de los mejores que ha tenido nuestro país, pero en este tema se equivoca. Su cálculo resulta de dividir la reducción de la jornada laboral (cinco horas por semana) por el número de horas totales en la nueva legislación (40 horas). Esos son los cálculos del carnicero, que no corresponden".

Finalmente, al preguntarle por qué cree que Chile requiere alcanzar las horas que se trabaja en los países desarrollados, manifestó que "la modernidad implica, entre otras cosas, reducir las tensiones en el trabajo. Hay países como Alemania donde la jornada laboral efectiva es menor a las 30 horas por semana. Algo similar sucede en Australia y en Nueva Zelanda. En el Estudio Mundial de la Felicidad 2017, los países en los primeros 10 lugares tienen, todos, muchas menos horas de trabajo que Chile, que está en el lugar 21. En algunos casos la diferencia es de más del 40%".