EMOLTV

Gremio inmobiliario y "guetos verticales": No parece positivo proyectos tan grandes y con dificultades de funcionamiento

En entrevista con Emol, el director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios comenta que le parece razonable el debate, aunque prefiere que no se mezcle el tema con la ética, en el caso particular de Estación Central.

12 de Abril de 2017 | 10:33 | Por Alfonso González, Emol
imagen
El Mercurio
SANTIAGO.- El director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), Vicente Domínguez, no quiso quedar al margen del debate que se generó a raíz de la denuncia del intente metropolitano respecto a edificios que él denominó "guetos verticales", ubicado en Estación Central.

Según datos del gremio, a fines de 2016 esa comuna poseía la mayor oferta de departamentos en la capital (5.089 unidades), seguida por Ñuñoa, con 4.253. El precio promedio por m2 era de 47,6 UF, contra 55,6 UF de Santiago y 69,3 de Ñuñoa.

En entrevista con Emol, el representante gremial comenta que el debate es razonable, aunque prefiere que no se mezcle el tema con la ética.
¿Cómo evalúa el debate que se generó a raíz de la intervención del intendente Claudio Orrego?
Me parece que es razonable el debate producido, pues por una parte, se aprecia una legalidad cumplida, pero por otro algunos efectos indeseados en su aplicación. Hay aspectos eso si que no han estado en el debate y que convendría tener presente. Por ejemplo, en la ciudad interior de Santiago, es decir por decirlo así al interior de Américo Vespucio, prácticamente no existen viviendas nuevas por menos de 2.000 UF, pero en estación Central si. ¿Es negativo que ello ocurra? Me parece que no, que por el contrario es positivo, pues sino esas personas deben trasladarse a los márgenes de la ciudad con costos y tiempos de traslado muy altos. Por ello, hay muchas personas que prefieren una superficie inferior, pero en una localización más cercana a sus lugares de trabajo.

El intendente pidió a las inmobiliarias a que se autorregulen y que establezcan un "estándar ético mínimo" a su trabajo.

Estoy de acuerdo con la petición del intendente y no me parece juicioso ni positivo para la ciudad que existan proyectos tan grandes con serias dificultades de funcionamiento, aunque no haría mención a la ética en este caso. Ello hace decaer los barrios y perjudica el desarrollo de la ciudad. Sin embargo, existen problemas prácticos al ser el sector inmobiliario tan competitivo, con tantos actores, es muy difícil obtener un consenso sobre el desarrollo de ciudad que queremos, pues es casi seguro que siempre existirá la tentación de ser 'free rider'.

Cree que faltó un "piso mínimo ético" como denunció Orrego en el proyecto particular de Estación Central?

Juzgar éticamente lo que se ha hecho es una forma de mirarlo que no comparto, pues que se sepa públicamente no hay delitos cometidos de ningún tipo y cada unidad funciona bien teóricamente, cumpliendo con lo que el cliente estuvo dispuesto a pagar. Por supuesto, deseo que la calidad y la superficie de las viviendas fueren mejores y mayores (en Chile ello ha estado ocurriendo sostenidamente en el sentido de medir la superficie por habitante de cada vivienda). No obstante ello, aún no estamos en el óptimo. A mi en lo personal el proyecto no me gusta, pero ha tenido éxito comercial, lo que indica que muchas personas lo valoran bien y consideran que están accediendo a la vivienda que pudieron obtener por el precio que podían pagar

Los diversos actores reconocen que la regulación en esa comuna es débil. ¿Pero eso da pie para que se construyan edificios con tantos departamentos y pocos amables con la ciudad, como se ha criticado, que en algunos casos puede afectar la convivencia en esos edificios?

Estoy de acuerdo que la regulación urbana tan enredada y desactualizada conspira con el hacer una buena ciudad, a pesar de las evidentes mejoras de los últimos años, tanto en las edificaciones como en las urbanizaciones y espacios públicos. Creo que la regulación urbana está en crisis y no se conocen propuestas concretas con los pies en la tierra para salir de ella. Reitero, no soy partidario de grandes conglomerados densos de departamentos sin alterar en forma significativa la trama urbana existente. Sobre todo, en una ciudad que como el Santiago ya construido, que entrega a la vialidad y los espacios públicos un bajo porcentaje de las áreas.


¿Puede haber un equilibrio entre un diseño amable con la ciudad y el legítimo interés comercial de hacer hartos departamentos en una misma torre?

Absolutamente, y ello está ocurriendo en muchos proyectos hoy en día. Una arquitectura amable con la ciudad tanto del proyecto como del espacio público aledaño, valoriza el producto y produce creciente plusvalía que favorece al propietario adquirente. En el caso contrario, se produce a la inversa, se produce un deterioro del valor.

A modo general, qué faltaría para mejorar el sistema y los instrumentos para el desarrollo de las ciudades.

Faltan demasiadas cosas para hacer mejores proyectos y una mejor ciudad. Desde luego, contar con una regulación moderna, estable y eficiente, de modo de no agregar costos innecesarios que no agregan valor. Entregar incentivos para los buenos proyectos, que les permitan recuperar las inversiones en arquitectura y espacios públicos de calidad. Reconocer a la industria inmobiliaria como una industria clave para el crecimiento económico y el desarrollo, que es justamente lo que es y no creer que a ella se le puede afectar indefinidamente con regulaciones disparatadas y fuera de contexto, sin que ello a su vez, afecte la calidad de lo que se entrega.

¿Hay normas que se deben cambiar para que haya una mejor regulación al sector?

Por supuesto que hay un gran número de cosas que se pueden hacer mejor. Por ejemplo, el cumplimiento de los plazos en las aprobaciones y recepciones; el término de las subjetividades en las exigencias más allá de lo que las normas señalan; establecer mecanismos de incentivos a la buena arquitectura y calidad de los espacios públicos, como ya se hace en algunos municipios; establecer coordinaciones eficientes entre los servicios públicos que efectúan las aprobaciones; entregar coherencia a la planificación de la ciudad como un todo, admitiendo las particularidades.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?