BLOOMBERG.- Un análisis de datos de Naciones Unidas realizada por Fitch Ratings muestra que un freno a la inmigración reduciría drásticamente la población activa potencial de los países del Grupo de los Siete: Estados Unidos, China, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá e Italia.
La explicación es porque estas sociedades están en un proceso de envejecimiento y son más dependientes de una mano de obra más reducida, por lo que esto causaría mayor tensión financiera sobre los sistemas de pensiones y potencialmente un crecimiento más lento.
El estudio se basa en la previsión de la ONU, en cuanto a que los actuales niveles de inmigración se mantengan hasta 2050, seguidos de una reducción gradual a la mitad para 2100.
Con esto, la fuerza laboral potencial de Canadá aumentaría en 11%, por ejemplo. Pero una suspensión total de la inmigración causaría que caiga un 43% en el mismo período, dice Fitch.
Sin nuevos inmigrantes, Estados Unidos encararía una reducción de 16% en su población en edad de trabajar para finales de siglo, y Reino Unido —donde la preocupación por la cantidad de trabajadores extranjeros figuró de manera prominente en la votación del Brexit del año pasado— experimentaría una caída de 20%.
"Serios desequilibrios"
Aunque pocos políticos son tan extremistas como para sugerir una prohibición total, la Primera Ministra del Reino Unido, Theresa May, busca reducir la inmigración anual a alrededor de un tercio de los niveles actuales.
Mientras tanto, el Presidente Donald Trump ha prometido reformar el sistema de inmigración de Estados Unidos, tomando medidas para restringir ciertos tipos de visados de trabajo y buscando deportar inmigrantes indocumentados.
En Canadá, las restricciones impuestas por el ex primer ministro, Stephen Harper, para obligar a los empleadores a contratar más canadienses, ya han causado dificultades en algunos sectores de la economía.
Tasas de natalidad desiguales en todo el mundo significan que entre 2015 y 2020, tan solo India representará casi el 30% del aumento global de la población en edad laboral.
Restringir el movimiento de personas entre aquellos países con muy pocos empleos que se correspondan al ritmo de su tasa de natalidad y aquellos que enfrentan una disminución en la mano de obra disponible, dará lugar a severos desequilibrios, advierte James McCormack, jefe global de calificaciones soberanas de Fitch.
"Las medidas de protección políticamente convenientes, emprendidas aparentemente para la retención de empleos y la promoción de mejores oportunidades económicas para los residentes, tienen más probabilidades de causar un crecimiento más débil y menores niveles de ingreso nacional con el tiempo", explica.
Añade que "una cantidad de economías avanzadas, entre ellas Estados Unidos y el Reino Unido, dependerá de la inmigración continua en los próximos años para evitar la disminución de poblaciones en edad de trabajar y un crecimiento más lento".