SANTIAGO.- El Banco Central de Chile acordó, por unanimidad, en su última Reunión de Política Monetaria, correspondiente a abril, bajar las tasas de interés de 3% a 2,75%, reveló este miércoles la minuta del ente rector.
Sin embargo, "la División Estudios planteó dos opciones: mantener la TPM en 3% o bajarla en 25 puntos base. En ambos casos se sugería mantener un sesgo a la baja que, no obstante, considerara que, después de los recortes de los últimos meses, todo indicaba que se estaba cerca del límite de expansividad coherente con el escenario base".
Según indica el informe, sobre "el escenario de actividad local, varios consejeros consideraron que, en líneas generales, se seguía en un escenario de debilidad de la actividad como el planteado en el IPoM. No obstante, indicaron que, más allá de la esperada caída de la actividad minera por la huelga en Escondida, el desempeño de los sectores no mineros había sido mejor de lo esperado".
En cuanto al escenario externo, "todos los consejeros coincidieron en que no había mayores cambios respecto de lo señalado en el IPoM, manteniéndose un panorama con mejores perspectivas de crecimiento y condiciones financieras favorables. Algunos consejeros destacaron ciertos escenarios de riesgo, en particular, geopolíticos y relacionados con los procesos eleccionarios en Europa".
Un consejero señaló que "se había mantenido un panorama en que la percepción de riesgos políticos importantes en las economías más desarrolladas contrastaba con la mejora gradual de los indicadores económicos y cierta exuberancia de las bolsas, lo que había permitido sostener el precio internacional del cobre, a pesar de cierto aumento de la incertidumbre".
Respecto a la inflación, "todos los consejeros coincidieron en que las cifras de marzo habían estado en línea con la trayectoria prevista en el IPoM".
Un consejero estimó que las opciones planteadas por la División Estudios eran las correctas: mantener la TPM era coherente con el mensaje del IPoM -que estaba plenamente vigente- y coincidía con la visión recogida en la Encuesta de Expectativas Económicas. Bajar 25 puntos base anticipaba algo lo que se expresaba en el IPoM, pero era coherente con las expectativas que se reflejaban en los precios de mercado.
En este sentido, lo más relevante para esta decisión eran consideraciones tácticas. "La ventaja de bajar en esta oportunidad era ganar un mes para que el mayor estímulo monetario surtiera efecto. El costo, que los mercados leyeran esto como un preludio a bajas adicionales de la tasa de interés que fueran más allá de lo expresado en el IPoM, lo que, a su juicio, sería un error".